Crónicas de rock
Lacuna Coil en Ace of Spades: así fue el regreso de las leyendas del metal alternativo a Colombia
Después de 15 años, Bogotá recibió a la banda italiana con una devoción digna de su trayectoria. Y algo quedó claro, músicos y público continúan entrelazados en un pacto que perdura más allá del paso del tiempo.

Después de largos 15 años desde su última visita a Colombia, la banda italiana Lacuna Coil, liderada por los cantantes Cristina Scabbia y Andrea Ferro, regresó a Bogotá. Sus fanáticos llegaron puntuales al Ace of Spades de Bogotá con un entusiasmo inigualable. La cita ya estaba pactada para el viernes 21 de marzo en el reconocido recinto capitalino. La popular agrupación, conocida por combinar sonidos de metal gótico con rock alternativo, ha logrado ganarse el reconocimiento mundial desde finales de los años noventa, cuando saltó a la fama con su álbum In a Reverie. A la fecha, ha lanzado 11 álbumes de estudio y en esta ocasión venía a promocionar su más reciente trabajo, Sleepless Empire, recién salido este 2025.
Debido a que Bogotá se ha convertido en un epicentro de eventos con artistas de talla mundial y para todos los gustos, la situación ha imposibilitado a los fanáticos de la música ver a muchos de los artistas que vienen a la ciudad, bien sea por factores económicos o de itinerario; sin embargo, estos detalles no fueron impedimento para que muchos de los seguidores de la banda llegaran puntualmente para conocer a sus integrantes y compartir con ellos en un pequeño espacio brindado por la organización, a las 5:40 p. m. La banda, que se mostró muy amable con el público, tuvo que partir momentáneamente por temas logísticos. Con ese detalle, la expectativa creció y el sol comenzó a ocultarse para dar paso a la noche.

Las puertas del recinto se abrieron a las 7:00 p. m. y el público, que en cantidad iba creciendo, empezó a ingresar. Después de unos minutos de espera, a eso de las 7:50 p. m., apareció la banda nacional Perros de Reserva, que contó con un sonido limpio y cuya puesta en escena parecía contar diferentes historias con cada canción. Esta agrupación, proveniente de Envigado, Antioquia, emocionó a los asistentes con sonidos de rock alternativo y una propuesta contundente y fresca en la noche capitalina.
Cada músico ofreció un despliegue de talento de admirar; las guitarras rítmica y líder, el bajo y las percusiones hicieron juego con las voces masculina y femenina de sus cantantes, que se complementaron con armonía y precisión durante cada canción, que demostró todo un trabajo de composición definido. Canciones que los han dado a conocer como Prefiero pagar y Rebelde actitud encendieron al público; de igual manera, el grupo demostró ser versátil al combinar temas recientes con otros que llevan más años y que han sonado a lo largo de su carrera. Cerraron su impecable presentación con su reconocido tema El olvido que seremos, que emocionó a los asistentes, que la corearon con gran entusiasmo.
La propuesta de Perros de Reserva demostró ser madura y coherente con su imagen y sonidos, y no por nada ha tenido una gran aceptación de la audiencia y de la crítica; lo que le ha abierto la posibilidad de tocar en diferentes festivales en Colombia e incluso en importantes festivales en el extranjero, en países como Perú y México.
Después de la descarga musical de Perros de Reserva, sobre las 9:10 p. m. apareció de manera imponente Lacuna Coil. Con maquillajes y vestuarios rojos y negros que emulaban y recordaban la época de las cruzadas o el Renacimiento (también un guiño al A. C. Milán, equipo del que son hinchas), emocionaron al público que, con la solo presencia de la banda, conectó de inmediato, lo que creó emotividad. La banda saludó a la audiencia colombiana y el ambiente no pudo ser mejor. Fueron 15 años de espera para todos los fanáticos, que se emocionaron como si fuera la primera vez pisaran tierras colombianas. Oficialmente, los italianos dieron apertura con Layers of Time y Reckless, canciones de su álbum Black Anima, de 2019. Cristina Scabbia, con una energía inigualable y siempre con una sonrisa en el rostro, encendió al público, envuelto entre el éxtasis y la devoción.

Pero eso solo fue el abrebocas, la agrupación continuó con temas como Hosting the Shadow, Tight Rope XX, Kill the Light, pertenecientes a álbumes de décadas pasadas; era como si Lacuna Coil quisiera mostrar gran parte de su material que no había podido ser apreciado por los fanáticos colombianos desde su última visita al país. El público explotó de alegría cuando la banda interpretó Our Truth, de su álbum de 2006, Karmacode, canción que ya puede ser considerada un clásico de la agrupación. Posteriormente, continuaron Trip to Darkness, también del álbum Dark Adrenaline y, una vez más, dos canciones de Black Anima: Apocalypse y Now or Never, que hicieron estruendo en el recinto.
Después de una gran descarga de energía y emociones, hizo aparición un tema de Sleepless Empire, en el que Scabbia dio un pequeño discurso acerca de hacer buena cara a los tiempos difíciles y sobreponerse a estos, lo que dio apertura a In the Mean Time, que dejó una muy buena sensación en el público. La alegría aumentó mucho más con un momento épico de la noche. Los teclados empezaron a reproducir una melodía muy familiar para todos, pero no era una canción de la banda: Enjoy the Silence, de los legendarios Depeche Mode. Fue un momento de furor y emoción para todos, pues esta versión ha adquirido, con el paso del tiempo, tintes de clásico.
Posteriormente, los italianos recordaron cómo empezaron en sus primeros años de carrera y dieron un agradecimiento especial al productor de aquellos días, Waldemar Sorychta, quien se encontraba en el lugar y a quien dedicaron unas palabras; enseguida interpretaron Entwined, del álbum Comalies, de 2002, en el que el productor trabajó. Al término de la canción, siguieron con Blood, Tears, Dust, del álbum Delirium, de 2016.


Scabbia nuevamente habló al público colombiano. Se excusó por los años de ausencia en el país y contó que la noche anterior a la presentación el grupo había probado comida típica de Colombia y caminó por las calles capitalinas, enfatizó que la altura de Bogotá puede afectar la respiración por la falta de aire, pero que eso no era un impedimento para cantar y saltar porque les sobraba oxígeno… Comenzó Oxygen, otra composición de su más reciente lanzamiento. Posteriormente, I Wish You Were Dead y Veneficium no dejaron dudas del compromiso de los italianos con su público.
Momento del encore, la agrupación se retiró por unos minutos, el escenario quedó vacío, dejando únicamente la proyección de imágenes que se vieron a lo largo de la presentación: máscaras victorianas, cuervos, niebla y luces predominantemente rojas y blancas, que estuvieron con la banda y acompañaron a los instrumentos, quedaron momentáneamente solos en el escenario. La expectativa por continuar viendo a la agrupación seguía intacta.
Después de unos minutos, los músicos reaparecieron e interpretaron otras dos canciones de su nuevo trabajo, Neverdawn y Gravity. Llegó otra breve pausa para que Scabbia y Ferro nuevamente se dirigieran al público; para disculparse, una vez más y prometer que tocarán pronto en el país, gracias a la cálida y emotiva respuesta del público. También aprovecharon para presentar a cada integrante del grupo: Marco Coti (bajo), Richard Meiz (batería) y Daniele Salomone (guitarra), quien se unió a la banda en 2024. Al final, los cantantes se presentaron el uno al otro.
Luego de esa presentación, la agrupación tocó otra de sus canciones clásicas: Swamped, del álbum Comalies, que fue cantada al unísono por todos los asistentes. Después, Scabbia hizo una última pausa para mencionar que amaba el hecho de que todos cantaran sus canciones, pero amaba más el hecho de ver a todos sonriendo, levantó el puño para decir que no hay miedo a nada, y comenzó a su última canción, Without Fear, del álbum Karmacode, de 2006.

Después de casi dos horas de presentación, 21 canciones interpretadas, una excelente puesta en escena y ningún inconveniente técnico, concluyó la segunda presentación de Lacuna Coil en Bogotá, que cerró con una foto de la banda empuñando la bandera colombiana y prometiendo regresar pronto, y atrás, su público fiel. Ambos protagonistas, artista y auditorio, quedaron satisfechos y con ganas de vivir nuevamente un show de tal magnitud en el país. Solo hace falta que la promesa se haga cierta.