ARQUEOLOGÍA
Las esculturas de San Agustín, de sus montañas a Bogotá
Por primera vez en su milenaria historia, las esculturas de San Agustín saldrán de las montañas rumbo al Museo Nacional de Bogotá.
Al estilo de los Guerreros de Terracota de China, que se pasearon por el mundo hace 7 años y llegaron a la capital de la República, las comúnmente conocidas como “estatuas agustinianas” saldrán de las montañas – donde fueron esculpidas, enterradas por centenares y miles de años, y desenterradas hace 100 años- y viajarán 500 kilómetros desde el extremo sur del Huila, al lado del naciente río Magdalena, hasta el principal centro de exposiciones culturales, históricas y artísticas del país.
Llegarán al Museo como uno de los actos centrales de la conmemoración de los 100 Años del Descubrimiento Científico, efectuado por el etnólogo alemán Konrad Theodor Preuss en 1913.
Son 20 figuras, de las más representativas, talladas en piedra volcánica y caliza por artistas que desaparecieron mucho antes de la llegada de los conquistadores europeos a tierras de lo que es hoy Colombia, en un desplazamiento que se hará bajo las más estrictas medidas de seguridad, y cuyo manejo estará a cargo de los mismos funcionarios que las cuidan en el Parque Arqueológico de San Agustín, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1995 por la Unesco.
Según el Instituto Colombiano de Antropología e Historia ICANH, que está a cargo tanto del Parque como de la celebración del Centenario del Descubrimiento Científico, las esculturas milenarias se verán en la sala principal de exposiciones temporales del Museo Nacional; allí se recreará un ambiente que posibilite una experiencia nocturna, un simulacro del mundo de lo sobrenatural, lo mágico y lo sagrado que se capta en San Agustín. Las esculturas, por su monumentalidad, complejidad escultórica, simbología y belleza, representan los elementos más importantes del pensamiento mítico agustiniano.
La exposición en el Museo Nacional irá del 28 de noviembre de 2013 y hasta el mes de marzo de 2014.
MISTERIOS
Miles de colombianos podrán observar de primera mano los únicos y espectaculares vestigios de una cultura ancestral que se fue dejando un enorme legado de creencias, mitos, figuras geométricas, simbología, representaciones zoomorfas (animales) y antropozoomorfas (animal / humano), el uso sofisticado de colores minerales y pigmentos de la tierra.
Y sobre todo el gran misterio de su existencia y extinción, con preguntas que seguramente nadie podrá resolver: ¿cómo aprendieron el arte de pulir, con alto estilo, la piedra, quiénes sus grandes maestros; de qué manera trasladaban las enormes rocas a sus templetes funerarios; por qué no se extendió su cultura a otras regiones del país; cómo desaparecieron, qué los extinguió o exterminó o se desplazaron a otros sitios pero no llevaron su arte?