CULTURA
Libro de memorias de Barack Obama bate récord de ventas en 24 horas
En este vasto primer tomo (768 páginas), quien fuera el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos (2009-2017) evoca el papel que cumplió, según él, su elección en 2008 para la profunda transformación del Partido Republicano y el ascenso de Trump.
“A Promised Land”, el nuevo libro de Barack Obama, vendió casi 900 mil copias en 24 horas, superando así el récord de Becoming, el libro de su esposa Michelle Obama, que en 2018 vendió en un periodo similar 725 mil ejemplares de sus memorias.
Así lo informó la editorial Penguin Random House. “Estamos encantados con el primer día de ventas. Reflejan la expectación generalizada de los lectores por el altamente anticipado y extraordinariamente escrito libro del presidente Obama”, indicó con superlativos David Drake, editor de Crown Publishing, propiedad de Penguin Random House, en un comunicado.
En referencia a la sorpresa de 2016, con la elección de un hombre “diametralmente opuesto” a él, el 44.º presidente de estadounidense deplora el desprecio reciente a las normas y las garantías básicas que, durante mucho tiempo, tanto demócratas como republicanos “dieron por sentado”.
“Lo más preocupante de todo esto puede ser que nuestra democracia parece estar al borde de la crisis”, escribe el exmandatario demócrata en este libro finalizado antes de las elecciones del 3 de noviembre, en las que resultó vencedor quien fuera su vicepresidente, Joe Biden.
“Una crisis anclada en el enfrentamiento fundamental entre dos visiones opuestas de lo que es Estados Unidos y de lo que debería ser”, continúa. “Una crisis que ha dejado a los ciudadanos divididos, enfadados y desconfiados”, añade Obama en este primer extracto publicado el jueves por la revista The Atlantic de “A Promised Land” (“Una tierra prometida”), que sale a la venta el martes.
“Sé también que una única elección no arreglará el problema”, opina. “Nuestras divisiones son profundas, nuestros desafíos son abrumadores”, añade el expresidente.
“Reconozco que hay quienes piensan que es el momento de acabar con ese mito, que un examen del pasado de Estados Unidos y un vistazo, aunque sea rápido a los titulares de los periódicos, muestran que los ideales de esta nación” siempre han sido secundarios frente a “la conquista y subyugación, un sistema de castas racial y un capitalismo rapaz”.
Admite, igualmente, haberse preguntado si no fue demasiado “moderado” en la elección de sus palabras, demasiado “prudente” en sus actos.
Obama se dice, sin embargo, optimista respecto al largo plazo, reafirmando su convicción de que con “trabajo duro, determinación y una buena dosis de imaginación”, Estados Unidos podrá mostrar “lo mejor que tenemos”.
- Cigarro en la noche -
En este intenso primer tomo (768 páginas), quien fuera el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos (2009-2017) evoca también el papel que cumplió, según él, su elección en 2008 para la profunda transformación del Partido Republicano y el ascenso de Donald Trump.
“Es como si mi mera presencia en la Casa Blanca hubiera desencadenado una forma de pánico, el sentimiento de que el orden de las cosas se había alterado”, escribe, según otros extractos citados por CNN.
“A los millones de estadounidenses asustados por la presencia de un hombre negro en la Casa Blanca, (Donald Trump) les propuso un elixir para sus temores raciales”, continúa.
En un registro más ligero, Obama desvela su proceso de escritura (para el que usa bolígrafo y no el computador) o su dificultad para ser conciso.
La relación de Obama con el tabaco, y su abandono posterior, fue objeto de intensa especulación durante su campaña de 2008 y su primer mandato.
En una crítica del libro publicada en el diario The New York Times, la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie subraya hasta qué punto el expresidente, que es un gran lector, aprecia las letras.
Ngozi destaca a un “buen hombre” que realiza “un examen honesto de él mismo”. Pero lamenta, sin embargo, que la narración sufra de lo que ella considera una excesiva contención, una forma de distancia o falta de emociones personales en el texto.
“Pese a que realiza un análisis implacable de su propio legado, hay poco en este libro de lo que las mejores memorias pueden aportar: una verdadera revelación de sí mismo”.
Retratos de sus homólogos
El expresidente de Estados Unidos Barack Obama ofrece, en sus memorias publicadas este martes, retratos divertidos y a veces mordaces de sus antiguos homólogos.
Aquí están las descripciones de algunos de ellos en las páginas de Una tierra prometida, el primer volumen de sus memorias que se publica simultáneamente en 25 idiomas en todo el mundo.
- Presidente ruso (entonces primer ministro) VLADÍMIR PUTIN:
“Físicamente no tenía nada de especial: bajo y fornido (la complexión de un luchador), cabello fino color arena, una nariz prominente y ojos claros y atentos (...) Noté informalidad en sus movimientos, una indiferencia asentada en su voz que indicaba alguien acostumbrado a estar rodeado de subordinados y sumisos. Era un hombre acostumbrado al poder”.
- Canciller alemana ANGELA MERKEL:
“Los ojos de Merkel eran grandes y de un azul brillante, y en ellos se podía ver frustración, diversión o indicios de tristeza. De lo contrario, su apariencia impasible reflejaba su sensibilidad sensata y analítica”.
- Primer ministro israelí BENJAMIN NETANYAHU:
“Construido como un apoyador de football americano, con una mandíbula cuadrada, rasgos gruesos y una calva sobre la que doblaba mechones de cabello gris, Netanyahu era inteligente, hábil, duro y hablaba con fluidez en hebreo e inglés”.
“Netanyahu sabía ser encantador, incluso solícito, cuando eso servía para sus propósitos”.
“Pero la imagen que tenía de sí mismo como un gran defensor del pueblo judío contra todas las calamidades le permitía justificar casi cualquier cosa que pudiera mantenerlo en el poder, y, con su conocimiento de la política y los medios estadounidenses, estaba convencido de que podía resistir todas las presiones de un gobierno demócrata como el mío”.
- LUIZ INÁCIO LULA DA SILVA (entonces presidente de Brasil):
“Lo encontré impresionante. Un exlíder sindical canoso y comprometido que había sido encarcelado por protestar contra el gobierno militar anterior y luego elegido en 2002, había iniciado una serie de reformas pragmáticas que dispararon la tasa de crecimiento de Brasil, expandieron su clase media y proporcionaron vivienda y educación a millones de sus ciudadanos más pobres”.
“Él también tenía, según trascendidos, los escrúpulos de un jefe político del Tammany Hall (nota de traducción: grupo que ejerce o busca el control político municipal mediante métodos a menudo asociados con la corrupción) y corrían rumores sobre amiguismo del Gobierno, acuerdos preferenciales y sobornos que ascendían a miles de millones”.
- NICOLAS SARKOZY (entonces presidente francés):
“Con su piel oscura, sus rasgos expresivos, vagamente mediterráneos (su padre era húngaro, su abuelo materno era griego), y bajo (medía unos 1,66 metros, pero usaba plantillas en los zapatos para quedar más alto), parecía un personaje de un cuadro de Toulouse-Lautrec”.
“Las conversaciones con Sarkozy eran de a ratos divertidas y exasperantes, sus manos en perpetuo movimiento, su pecho abultado como el de un gallo enano, su traductor personal (contrariamente a Merkel, hablaba un inglés limitado) siempre a su lado como reflejo exaltado de cada uno de sus gestos y entonaciones, mientras la conversación pasaba de la adulación a la fanfarronada, a la visión genuina, sin desviarse nunca de su interés primario, apenas disfrazado, que era estar en el centro de la acción y atribuirse el mérito de todo lo que valiera la pena atribuirse”.
- Presidente turco (entonces primer ministro) RECEP TAYYIP ERDOGAN:
“Personalmente, encontré (a Erdogan) cordial y en general receptivo a mis solicitudes. Pero cada vez que lo escuchaba hablar, su alto cuerpo se inclinaba ligeramente, su voz era un staccato contundente que se elevaba una octava en reacción a varios agravios o desaires percibidos. Tuve la fuerte impresión de que su apego a la democracia y al estado de derecho podría durar solo mientras lo mantuviera en el poder”.
- MANMOHAN SINGH (entonces primer ministro indio):
“Un economista amable y de voz suave, de unos 70 años, con una barba blanca y un turbante que eran las marcas de su fe sij, pero que a los ojos de los occidentales le daban el aire de un santo”
“Singh era sabio, reflexivo y escrupulosamente honesto”.
- HU JINTAO (entonces presidente chino):
“En cualquiera tema, le gustaba leer gruesas pilas de comentarios preparados, deteniéndose de vez en cuando para ver traducciones al inglés que parecían hechas de antemano y, de alguna manera, siempre duraban más que su declaración original (...) Más de una vez estuve tentado a sugerir que podríamos ahorrarnos tiempo simplemente intercambiando papeles y leyéndolos cuando quisiéramos”.
Con información de la AFP.