Luis González, autor de 'La reina y el anillo'. | Foto: Semana.com

LITERATURA

Luis González nos cuenta la masacre de una flor

El cuerpo de una mujer con señas de tortura y un disparo en la cabeza desencadena la trama de ‘La reina y el anillo’ una obra colombiana de novela negra.

10 de octubre de 2016

Antes del relato hay una nota de una voz que abre la historia:

“La mancha está en la mitad del dormitorio. Es grande y huele a óxido descompuesto. Una huella coagulada sale de ella y se dirige a los camarotes de la izquierda, como si hubieran arrastrado algo.

Sobre uno de los camarotes, en la parte baja, está el cadáver. Una mujer joven, vestida con una camiseta blanca y unos pantalones verdes de campaña. Las dos prendas están pegadas al tronco y a las piernas por la goma de la sangre que también empapa sus botas.

Tal vez fue bonita, pero ya no lo es. La bala entró por debajo del puente nasal, le destrozó la cara, los ojos están cubiertos por un par de lagos rojos que escurren sobre sus mejillas y solo puede verse su boca pálida por donde asoman unos dientes muertos.

Pero más allá de la carnicería que han hecho con ella, la víctima conserva una extraña dignidad. Reposa en paz sobre el camarote, como una virgen durmiendo en su lecho.

Tiene las piernas estiradas y las manos rígidas puestas en una cruz sobre su corazón, abrazando una daga militar con una empuñadura en forma de pico de águila.

Su mano izquierda, la que está más cerca de la daga, tiene una zona de piel pálida en un dedo: la huella de un anillo.

Un anillo que ya no está.”

El autor de esa voz es Luis Gónzalez, quién luego de ser economista, burócrata liberal, simpatizante de la guerrilla, estudiante de letras y libretista de televisión, se dedicó a escribirnovelas. Ahora, llega con ‘La reina y el anillo’ que ha sido valorada por personajes como Daniel Coronell y Luis Noriega como una obra sin complejos, que linda con el reportaje y la novela negra.

El relato se mantiene en suspenso al tratar de hallar las causas de la muerte de Sindy Correa, una cadete, más aún cuando el instinto de su madre, Constanza, le dice que la asesinaron personas involucradas con la Escuela de Policía y la fiscalía.

“En ese principio, lo que detallo es la masacre de una flor” dice a Semana.com Luis González. “La obra está ambientada en un país donde hay una leyenda por la persecución de los inocentes” agrega.

La obra, fuera del territorio de la ficción, es paralela a la realidad colombiana “donde todo el mundo le hace daño a todo el mundo” dice el autor.

Aunque, en palabras de Luis González, “la obra es más recreativa que de denuncia”el relato pone el dedo en la llaga de las víctimas que no han podido conocer la verdad, y que muchas veces está detrás de la consciencia de militares y agentes de la defensa colombiana.

Le interesa: “Justicia transicional es superación del pasado”.

En medio del proceso de paz, ‘La reina y el anillo’ refresca la memoria a los lectores y tiene un punto de reflexión sobre el dolor y la incertidumbre por la que atraviesan los familiares de quiénes han sido objeto de hechos violentos.