MÚSICA
Los 10 discos de 2019 para SEMANA
En su lista de los mejores álbumes del año en el exterior y en Colombia, Juan Carlos Garay incluye sonidos del Pacífico, propuestas afroelectrónicas, fusiones de jazz, rock y soul intemporal.
Álbumes colombianos
1. Máquina, La BOA
La Bogotá Orquesta Afrobeat (BOA para su creciente fanaticada) cumple seis años en el ejercicio de mezclar la influencia moderna africana, los toques electrónicos y el canto tradicional. Empezaron como banda acompañante de la cantadora Nelda Piña, pero han despegado hacia paisajes nuevos, y cada vez suenan más sólidos.
2. Estallados, Los Niños Telepáticos
A veces es difícil que una grabación logre reflejar lo que es un grupo en vivo. Quienes conocen a Los Niños Telepáticos por sus exuberantes conciertos tienen en este disco una experiencia muy cercana: letras enigmáticas y extensos solos instrumentales entre el jazz y el rock. Nada aquí es predecible.
3. Otún, Jhon Montoya
Mucho más conocido en Europa que en su propio país, el pereirano Jhon Montoya es uno de los músicos electrónicos más originales del momento. Este álbum es una fábrica de imágenes a partir de sonidos que entrañan familiaridad y algo de dulzura. Participan dos excelentes voces femeninas: Pedrina y Nidia Góngora.
4. Muntu, Anamaría Oramas
La flauta como instrumento solista sigue siendo una rareza en la discografía del jazz colombiano. Anamaría Oramas ha llegado a estremecer esos cimientos con un primer disco cargado de fuerza. Es su mirada particular a ciertos ritmos colombianos, pero, sobre todo, el testimonio de una imaginación desbordante.
5. La Pacifican Power, La Pacifican Power
El término supergrupo, estrictamente hablando, se refiere a una banda formada por figuras previamente destacadas en otras bandas. En ese sentido, este es el supergrupo del Pacífico colombiano: diez talentos que decidieron unir fuerzas. Aquí hay currulao, salsa, rap y muchos otros ingredientes para una receta explosiva.
Tendencias
Álbumes internacionales
1. Celia, Angélique Kidjo
Ni imitación ni homenaje. Lo que ha hecho esta cantante de Benín (occidente de África) es algo aún más difícil: ha reinventado las canciones de Celia Cruz. Desde luego, la salsa tiene raíces africanas, pero muy rara vez escuchamos esta especie de viaje hacia atrás. La respaldan excelentes músicos y arreglos que desafían toda definición.
2. Kiwanuka, Michael Kiwanuka
La crítica ha comparado a este cantante y compositor (nacido en Londres de padres ugandeses) con el legendario Marvin Gaye. Es cierto que hay algún parecido en su voz y en los arreglos orquestales, sin embargo, los temas sociales que aborda son actuales. De esta manera, Kiwanuka parece no pertenecer a un tiempo específico.
3. Siku, Nicola Cruz
La música andina y la electrónica, que parecen no tener puntos en común, terminan juntándose en una amalgama ingeniosa gracias a Nicola Cruz. Nacido en Francia de padres ecuatorianos, este percusionista y productor va creando atmósferas entre lo ritual, lo folclórico y lo cósmico. Siku es su segundo álbum.
4. Almadura, iLe
Ileana Mercedes Cabra, conocida como iLe, es una talentosa cantante puertorriqueña que contó con la bendición de Cheo Feliciano para su primer disco. En aquella época se proyectaba como una gran exponente del bolero. Hoy es mucho más que eso, con canciones futuristas cargadas de iguales dosis de rabia y humor.
5. Bloom, Areni Agbabian
Voz, piano y percusión: tres elementos sencillos e íntimos que esta artista entrelaza durante 50 minutos. En algunos casos, estas piezas nacieron de improvisaciones vocales. En todos los casos, Agbabian nutre su música de su ancestro armenio, y entrelaza lo sagrado y lo profano en un primer álbum hipnótico.