En los diversos pilares que existen en la sociedad actual, se puede decir que el dinero es uno de esto y es indispensable para muchos. Es innegable que con este se pueden adquirir las cosas materiales, los alimentos y se pueden realizar todo tipo de actividades.

Sin embargo, es necesario tener muy claro que no se puede volver la razón de la vida porque se puede caer en la avaricia y otros pecados que el deseo de tenerlo o tener demasiado pueden causar. Cuando se sienta débil ante el anhelo de este tipo de riquezas, recurrir a Dios puede ser su salida.

La biblia. | Foto: Getty Images

Además de hablar con Él y pedirle fuerza para continuar por el camino de su voluntad, se pueden buscar los textos bíblicos que hablan del dinero y de cómo se debe tratar este asunto.

En diferentes libros de la Biblia se relata este tema debido a que la forma en la que se manejen las finanzas puede ser un determinante de la forma en la que actúa cuando se tiene y cuando no se tiene.

A continuación, algunos versículos que hablan del dinero, sus ventajas, sus desventajas y de los principios que se deben seguir.

En la Biblia se menciona el dinero y los principios que se deben tener. | Foto: Getty Images

Los versículos que hablan del dinero en la Biblia

1 Timoteo 6:10

“Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores”.

Proverbios 13:11

“El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece”.

Hebreos 13:16

“No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen, porque esos son los sacrificios que agradan a Dios”.

1 Juan 3:17

“Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿Cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él?”.

Los versículos que hablan del dinero. | Foto: Getty Images

Mateo 6:24

“Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas”.

Deuteronomio 8:17-18a

“No se te ocurra pensar: ‘Esta riqueza es fruto de mi poder y de la fuerza de mis manos’. Recuerda al Señor tu Dios, porque es él quien te da el poder para producir esa riqueza”.

Proverbios 15:16

“Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias”.