CINE
La amante de mi padre
Un muchacho que no sabe muy bien qué hacer con su vida sirve de hilo conductor de este recorrido lleno de lugares comunes por Nueva York. **
Título original: The Only Living Boy in New York
Año: 2017
Director: Marc Webb
Guion: Allan Loeb
Actores: Callum Turner, Pierce Brosnan, Cynthia Nixon
Duración: 89 min
Hay una contradicción central en esta película y no es positiva. Tiene que ver con la imagen que el protagonista, un muchacho que navega sin problema las aguas sociales de Manhattan, tiene de Nueva York. “Perdió su alma”, dice por lo menos dos veces, antes de cerrar con un chiste: “Su vecindario más vibrante es Filadelfia”. Pero es una pérdida que no se ve ni se siente y que, al ser invisible, se vuelve el reflejo más de una mentalidad arrogante que de una situación real.
Luego está un narrador invisible que ofrece una idea similar cuando, al comienzo, hace un resumen de lo sucedido en las últimas décadas con la ciudad: “Era arte contra comercio y el comercio ganó”. Pero son palabras sin peso, que critican cómodamente, cargadas de una insatisfacción cosmética y sin repercusiones.
Le sugerimos: Un amor inseparable
Viéndola pensaba que era posible que todo fuera un truco conceptual, que los realizadores hubieran decidido, en un acto de masoquismo —o de sadismo hacia los espectadores—, que para hablar de lo que pasa cuando una ciudad no tiene alma hay que recorrerla también sin alma, genéricamente, repitiendo clichés desganados, como para demostrar que la falta de alma es contagiosa y que la ciudad que no la tiene genera libros, películas y pinturas desalmados. No sé si esa era la idea, pero La amante de mi padre parece demostrarlo.
El personaje central es Thomas Webb (Callum Turner), un chico recién graduado de la universidad que no sabe qué hacer con su vida. Su padre (Pierce Brosnan) es un exitoso editor y su madre (Cynthia Nixon) es una ama de casa que se la pasa organizando cenas con artistas cuando no está sufriendo crisis nerviosas.
Es un entorno enrarecido, rico y privilegiado, en el que la cara agria de Thomas no transmite una verdadera insatisfacción; no es más que un lujo más. Está enamorado de una muchacha que tiene novio y vive solo en un apartamento al sur de Manhattan, lo que le parece hiriente a su padre que vive al norte.
Y luego aparece la amante del padre del título, una editora llamada Johana (Kate Beckinsale) que decide enredarse tanto con el padre como con el hijo. Esto podría ser apetitoso en manos de otro director, alguien menos interesado en aplanar emociones y que se arriesgara, con estos mismos elementos, a delinear un melodrama atronador, un mar de lágrimas, una disputa de egos masculinos, un conflicto generacional rebosante de testosterona, pero nada de eso se da.
Le recomendamos: Graduación
El drama acá es un asunto inerte, apagado, puntuado a veces por los reclamos arrogantes del muchacho o por los lamentos poco convincentes de la mujer. Todas las relaciones retratadas acá, la del hijo con sus padres, la de los padres entre sí, la de los amantes, la del chico con la muchacha que le gusta, son desabridas y anémicas. Y lo mismo sucede con las actuaciones de todos los involucrados, como para no desentonar con la historia.
Al final queda demostrada la intuición del muchacho y el narrador: no hay mucho por hacer cuando gana el comercio y pierde el arte.
CARTELERA
Star Wars: los últimos jedi ***
El director Rian Johnson inyecta algo de vida a los elementos inescapables de esta franquicia cinematográfica.
Nadie sabe para quién trabaja **
Comedia colombiana en la que el vivo vive del bobo sin que haya ni una pizca de decencia por ningún lado.
Le puede interesar: Muerte misteriosa
La villana **1/2
Película coreana con peleas espectaculares y una historia central apenas entendible.
La fiesta de la vida ***
Frenética película francesa que sigue con humor y drama al coordinador de eventos de una boda lujosa.