MI PRIMER BESO

31 de agosto de 1992

Una historia transparente sobre los confusos años de la pubertad.
LOS 11 AÑOS DE edad, Macaulay Culkin ya se da el lujo de cobrar más de un millón de dólares por película.
Después de haber estelarizado "Mi pobre angelito", con la que cautivó a la crítica por su talento, el joven actor se cotizó a tal punto, que se rumora que cobró cinco millones de dólares por su participación en la segunda parte.
En este reciente filme del director Howard Zieff, CuLkin vuelve a la pantalla, al lado de Anna Chlumsky, otra talentosa actriz que se ganó el papel principal entre más de mil aspirantes.
La pequena Chlumsky interpreta a una niña precoz de comienzos de los años 70, en pleno proceso de desarrollo, en ese momento de la vida en que todas las preguntas, todas las angustias y todos los sentimientos se entrelazan en un confuso remolino que señala la presencia próxima de la juventud. A su lado, la figura de su mejor amigo (Macaulay Culkin) será trascendental para que sus conflictos familiares y personales se intenten resolver de la mejor manera posible, a pesar de los dramáticos sacrificios del destino: su hipocondría descontrolada; su ingenuo pero dramático sentimiento de culpa, nacido a raiz de la muerte de su madre; el surgimiento de un amor platónico imposible de controlar.
De la manera más sencilla, con una exposición audaz y fidedigna del relato, con un sentido premeditadamente ingenuo, Zieff lleva de la mano al espectador para que participe en el desarrollo de ese primer acercamiento con el sexo opuesto, en esa etapa preadolescente que bien hubiera podido ser la de cualquiera. Para el público adulto es la oportunidad manifiesta de desempolvar el recuerdo. Para el joven, un vehículo de identificación intima con su propia experiencia, aquella que a esa edad sólo puede ser compartida consigo mismo.


LA MONROE NO DESCANSA
AL CELEBRARSE ESTE AÑO EL trigésimo aniversario de su muerte, la leyenda rubia de Hollywood, Marilyn Monroe, está más viva que nunca. Por lo menos eso se deduce de la productividad que representa su imágen para muchas industrias que continuan usufructuando su sensualidad, su estilo y su carisma.
Las estadísticas demuestran que, después de su muerte, la Monroe está produciendo más fortuna que muchas industrias. Sólo por los permisos para usar su nombre y su figura. La herencia Monroe recibe al año más de un millón de dólares.
Motivo de inspiración de todo tipo de productos de consumo, Marilyn Monroe será homenajeada por sus seguidores de diversas formas. Desde libros relativos a su vida y a sus traumas, hasta películas de cine sobre la imágen que ha logrado proyectar en la generación actual, que la adora sin siquiera haberla conocido.


EN FUGA DEL DESTINO
Un intento precario del director Lee Drysdale, por imitar el cine desalmado de David Lynch.
NO ES QUE SEA difícil volver a comenzar. Es que el pasado se queda prendido a la piel sin posibilidad de soltarlo.
En fuga del destino, del director Lee Drysdale es, ni más ni menos, una descripción de los bajos mundos urbanos de la sociedad norteamericana. Aquellos en donde la delincuencia común es aceptada como una simple rutina, y tanto la amistad como el amor rebasan los límites de la permisividad, hasta el punto de convertirse en un callejón sin salida. Por más que se intente alterarlo, el destino está marcado por circunstancias inevitables.
Temas como estos han tenido su mejor representación en las manos de directores de la talla de David Lynch.
Dos de sus películas, Terciopelo azul y Corazón salvaje, que desataron más de un escándalo y hoy siguen siendo blanco de controversia extrema, son el testimonio patético, desalmado y crudo de esa subcultura contemporánea, decadente pero cinicamente real: la transmutación o mejor la desaparición de todos los valores, y en el fondo del contexto uno el amor real que lucha por no asfixiarse.
Sólo que a Drysdale le hace falta la madurez para expresarlo en términos cinematográficos contundentes.
Tal vez por eso la película confunde su género en ocasiones y queda sin definirse el curso narrativo.

CONCURSO DE CORTOMETRAJE
CON EL ánimo de impulsar la agonizante industria cinematográfica colombiana, la Companía de Fomento Cinematográfico Focine ha lanzado el lll Concurso Nacional de Cortometrajes "Hernando Salcedo Silva".
En el están convocadas todas las obras nacionales realizadas entre los años 1991 y 1992 que no hayan participado en los concursos nacionales de 1991.
Para la premiación se han establecido dos categorías a la Producción (cuyo premio máximo es de 20 millones de pesos) y al Mérito Artístico (cuyo premio asciende a la suma de cuatro millones 250 mil pesos).
La información específica sobre el concurso, que se cierra el 10 de noviembre del presente año, es suministrada en las oficinas de Focine.