Historia
Nidio Quiroz, el escritor que quiere recuperar la historia y memoria de Codazzi, su pueblo
Se inspiró en un artículo de Revista Semana para lanzarse a hablar de historia a los jóvenes, en código de redes sociales.
El 5 de noviembre de 2019, REVISTA SEMANA publicó en sus plataformas digitales un artículo titulado: Codazzi, un pueblo caribeño con problemas de memoria.
En el artículo, el tremendo reportero Jhon Barros, que ya no trabaja en esta casa editorial pero dejó grandes historias desde las regiones, como esta, describe que visitó este pueblo de la región caribe pero, para su sorpresa, se encontró con un pueblo cuya historia se ha ido borrando de la memoria de su gente. Al recorrer sus calles y dialogar con algunos de sus habitantes, muchos de ellos no supieron responder por qué el municipio se llamaba Agustín Codazzi ni abordar la historia que los antecedía.
“Los niños y jóvenes del tercer municipio más importante del Cesar ignoran que su gentilicio como codacenses proviene de un geógrafo y cartógrafo italiano que en sus expediciones recogió los primeros datos para elaborar el mapa de Colombia. La historia de este pueblo costeño habita solo en los recuerdos de algunos abuelos”, relata Barros en el artículo.
“Cuando leí ese artículo sentí mucha pena, porque efectivamente eso estaba pasando”, expresa Nidio Quiroz. “Las nuevas generaciones no conocían nuestra historia y los más longevos estaban muriendo, y muchos de ellos tenía ideas erróneas de lo que realmente era nuestra historia. Fue así como contacté a John Barros, quien había escrito el artículo, y me respondió. Hablamos de su artículo y le manifesté mi intención de hacer algo para que eso empezara a cambiar. Entonces decidí crear la estrategia ¡Vive Codazzi!”, dice sobre la iniciativa con la que, desde las redes sociales, quiere poner a los jóvenes a hablar con su historia.
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@nidioquiroz ¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂é 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗠𝘂𝗻𝗶𝗰𝗶𝗽𝗶𝗼 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝗻𝗼𝗺𝗯𝗿𝗲 𝗔𝗴𝘂𝘀𝘁í𝗻 𝗖𝗼𝗱𝗮𝘇𝘇𝗶? #Vivecodazzi
♬ sonido original - Nidio Quiroz
Sobre los retos de armar este recuento histórico en su pueblo, Quiroz asegura que “hablar de historia no es tan sencillo por varias razones: primero, la historia no suele ser un tema que consuman muchas personas con avidez; segundo, hay muchas ambigüedades”. Esos fueron los retos a los que se enfrentó. Y es que en el ejercicio riguroso de la historia exige mucha atención ante la común y también valiosa práctica del mito.
“En Codazzi las fuentes escritas eran muy escasas y con múltiples versiones”, comparte Nidio, “y las fuentes verbales, como lo comenté anteriormente, estaban en una edad muy avanzada y tenían poca recordación o confusión en la historia que contaban”. Por eso a Quiroz le tocó contrastar versiones. Entre esas, decidió contar las que más coincidían.
Ese era el qué, y luego venía el cómo. Al respecto, cuenta que “decidí que era mejor contar las historias por las plataformas digitales con una producción audiovisual sencilla, que captara la atención de los jóvenes y de los mayores. Así hice mi primer video, generando expectativas. Para sorpresa mía, el video resultó siendo un éxito. A la gente le gustó y alcanzó más de 21.000 reproducciones. Realmente, a mí nunca me interesa el número, me interesa poder llegar a las personas con una información que sin duda alguna empezara a generar un tipo de debate en torno a la historia”.
Me interesa poder llegar a las personas con una información que, sin duda alguna, empezara a generar un tipo de debate en torno a la historia
Y la satisfacción, hasta ahora, nadie se la quita. “El resultado no pudo ser mejor. Hoy, muchas personas esperan con ansias los videos en donde cuento un pedacito de nuestra historia y me siento satisfecho de poder contribuir un poco a que nuestra memoria histórica siga viva”.
Sobre la reacción de la gente, Nidio asegura que ha recibido “muchos comentarios positivos. La gente comenta que hacía falta este tipo de contenido. Realmente ha sido satisfactorio ver cómo la gente le gusta y, sobre todo, que mucha gente comenta que no conocía que la historia había sido así, tal cual la cuento. He aclarado muchas dudas y he enseñado otro par de cosas”.
Y la esperanza es que, en un país que usualmente le huye a su memoria y a su historia, iniciativas así se multipliquen y fomenten conversación, reflexión y avances.