Oraciones
Oración a la sangre de Cristo para pedir protección
Los creyentes ven en la oración una línea directa para comunicarse con Dios.
La oración configura una manera de dirigirse a Dios para agradecerle por los dones y favores recibidos, así como para pedir por múltiples causas. Salud, sabiduría, trabajo y protección suelen encabezar las motivaciones.
La tradición religiosa atribuye a la oración el canal perfecto para comunicarse con el Señor. Por ello, es común que los más devotos acudan a estos himnos en todo tipo de escenarios.
Existen varios versos enfocados en abogar por la protección del ser humano. Uno de los más populares es la oración a la sangre de Cristo.
A continuación, esta poderosa oración para sellar con la sangre de Cristo lugares, personas, actividades y demás:
“Señor Jesús, en tu nombre, y con el poder de tu sangre preciosa, sello toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo me quiera hacer daño.
Con el poder de la sangre de Jesús, sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual me muevo hoy.
Con el poder de la sangre de Jesús rompo toda interferencia y acción del maligno. Te pido Jesús que envíes a mi hogar y lugar de trabajo a la santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el poder de la sangre de Jesús, sello mi casa, todos los que la habitan (nombra a cada persona), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el poder de la sangre de Jesús, sello tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes y pisos, el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de tu sangre, señor, alrededor de toda mi familia.
Con el poder de la sangre de Jesús sellamos los lugares en donde voy a estar este día y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombra a cada persona y lugar).
Con el poder de la sangre de Jesús, sello mi trabajo material y espiritual, los negocios de toda mi familia y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Te agradezco, señor, por tu sangre y por tu vida, ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo”. Amén.