Cultura
Oración de la mañana para iniciar el día de la mano de Dios
Las oraciones matutinas permiten tener un diálogo con Dios, desde los primeros momentos de la jornada.
Comenzar un nuevo día es como iniciar un nuevo año. Está lleno de retos, nuevos objetivos, y una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Por esta razón, la mayoría de las personas, empiezan cada nuevo amanecer con oraciones matutinas.
Estas permiten tener un diálogo con Dios, desde los primeros momentos de la jornada.
Cabe recordar que las oraciones ayudarán a sintonizar las personas con Dios, con su plan divino, lo que él también llevará a cabo a través de la humanidad, y lo que empujará a sus fieles seguidores a comprender cómo actuar, de acuerdo con su Palabra, en cada situación que se enfrenta.
Oración de gratitud por el nuevo día
Aquí una oración para hacer diariamente en las mañanas compartida por el portal BibliaOn.Com.
Gracias, Padre Dios, por este nuevo día que me permites comenzar. Gracias por tu cuidado durante la noche y por la salud que me concedes.
Señor, gracias, porque hoy puedo abrir mis ojos y ver la luz del sol. Gracias porque puedo escuchar a los pájaros y la voz de aquellos que amo. Gracias porque tengo algo para desayunar y un lugar donde vivir. Gracias por la brisa refrescante que me fortalece y me anima. Te agradezco por mi familia y mis amigos, por mi trabajo y por tu cuidado constante.
Ayúdame en este día a llenar mi corazón de gratitud con el gozo que viene de ti. Quiero tomar decisiones que alegren tu corazón. ¡Quiero vivir dentro de tu voluntad! Ayúdame a agradarte en todo, Padre amado.
Por favor, mi Señor, te ruego que cuides y protejas a todos los que amo. Que tu mano poderosa esté sobre cada uno de nosotros en este día, guardándonos de todo mal. Gracias porque somos tuyos por la eternidad. Te alabo, mi Señor. En el nombre de Jesús, amén.
Oración matinal de alabanza por la protección de Dios
Padre Dios, mi Señor amado. En esta mañana alabo tu nombre y te exalto porque tú eres mi protector. Gracias porque cuidas de mí cada día y me ayudas en medio de las dificultades que se me presentan. Hoy quiero glorificarte en todo lo que hago.
Gracias por tu cuidado amoroso, gracias porque nos libras constantemente de peligros y de los ataques del maligno. Gracias, Papá, porque tú nos muestras tu amor de tantas formas diferentes cada día. Ayúdanos a estar atentos a tu intervención, a ser sensibles a tu presencia.
Te alabo y te doy gracias principalmente por Jesucristo, nuestro Salvador. Gracias porque debido a su sacrificio podemos tener la esperanza de la vida eterna. Gracias porque en él estamos seguros por toda la eternidad. El enemigo no podrá arrebatarnos jamás de tus brazos amorosos y protectores.
Padre, ayúdame a vivir seguro en ti, a tener paz constante porque sé que estás conmigo. Gracias por tu compañía, gracias por escuchar mis ruegos y contestar mis peticiones. ¡Te amo, Papá! En el nombre de Jesús, amén.