Oración para agradecer a Dios, hoy viernes 22 de septiembre

Hablar con Dios implica comprender que él es el creador de todas las cosas y, por ende, tiene el poder de bendecir a la humanidad, según la cultura religiosa.

En ese sentido, cada persona cuenta con la capacidad de decidir la manera como quiere comunicarse con el todopoderoso, algunos eligen seguir los rezos tradicionales y otros buscan oraciones para complementarse.

Para los creyentes católicos, una de las palabras que tienen más poder son las que conforman la oración del Padre Nuestro, aunque esa no es la única alternativa. De acuerdo con el blog Church of Jesuschrist, las oraciones van más allá de recitar cierto mensaje, estas “exigen fe, esfuerzo y una actitud apropiada”.

Lo anterior significa que no hay que orar porque sí, sino que la persona debe tener claro que se trata de un acto de respeto y agradecimiento a Dios por todo lo recibido en la vida, pero a la vez se le pide que solvente las necesidades propias y de los demás.

¿Por qué agradecer en la oración?

“Cuando somos agradecidos, tenemos una mayor felicidad y satisfacción en nuestra vida, y reconocemos la influencia y las bendiciones del señor”, recalca el citado escenario digital.

Por su parte, otros portales religiosos comparten la premisa de que es conveniente pensar en el agradecimiento como una muestra de amor, cuyo mensaje es mantener en los corazones a Dios. Sin embargo, vale la pena decir que lo que se le pide al todopoderoso no siempre es cumplido a la cabalidad de la letra, ya que los conocedores del tema de la cultura religiosa argumentan que él otorga las bendiciones en el momento adecuado, más no de inmediato.

En resumen, “dar gracias a Dios mantiene nuestros corazones en una relación correcta con él y nos salva de una serie de emociones y actitudes dañinas que nos robarán la paz que Dios quiere que experimentemos”, responde Got questions.

Gratitud

Se dice que agradecer es de los actos más bondadosos que existen. Teniendo en cuenta recopilaciones de la página Nuestro Dios, es a través de la gratitud que se reconoce la soberanía de Dios, así que cuando los creyentes tienen un corazón agradecido, puede que los problemas o adversidades sean más llevaderos.

Asimismo, la gratitud debe ser pura, sentirla y expresarla no solo ante el todopoderoso, sino ante el entorno como tal.

Se agradece por la salud, la familia, el amor, el dinero o los diferentes aspectos que componen la vida. Además, hay quienes todos los días se levantan y se acuestan a dormir agradecidos por la voluntad y armonía con Dios.

En ese orden de ideas, si bien es cierto que cualquier individuo puede hablar con Dios como mejor le parezca, pues la oración no es concebida como una barrera, hay palabras que los conocedores de la religión suelen crear con el objetivo de que funcionen como una instrucción para agradecer al creador del cielo y la tierra.

Así las cosas, para este viernes, 22 de septiembre, figura una oración de agradecimiento “por los corazones solidarios que están dispuestos a abrazar al quebrantado y levantar al caído”, según la organización católica Crs español.

Oración de agradecimiento

La oración que se comparte a continuación se puede llevar a cabo a cualquier hora del día, aunque muchos la recitan en la mañana o en la noche:

Señor de todos,

te admiramos y te damos gracias

no porque nuestras mesas estén llenas,

nuestras cosechas sean robustas

o nuestros hogares resuenen con risa y alegría.

Aunque estas cosas puedan ser ciertas,

muy a menudo hemos visto la necesidad,

vemos épocas de sequía

y vidas de soledad y desesperación.

Aun así, sin embargo, te damos gracias,

porque en momentos como estos

vemos manos que comparten,

vemos pies que caminan en solidaridad con los marginados,

vemos brazos abiertos para abrazar a los que tienen el corazón quebrantado

y vemos al pecador llorar al saber de tu perdón.

Y cualesquiera que sean las alegrías y comodidades de nuestros hogares,

grandes y pequeñas,

es en las bendiciones de estos momentos que nuestra copa verdaderamente

se desborda.

Y, por lo tanto, te bendecimos y te damos gracias,

no porque nuestras mesas estén llenas

sino porque nuestros corazones lo están,

porque tu amor es eterno

y tu misericordia perdura para siempre.

Amén.