La vida tiene sus subidas en las que todo parece encajar y estar funcionado como se esperaba, esos momentos en los que las metas se cumplen y todo está bien. Sin embargo, también están las bajadas en las que todo empieza a desencajarse, las cosas no salen y pareciera que todo se vuelve en contra.

Es en estos momentos cuando el dolor puede aparecer por diferentes razones y en diferentes intensidades. Puede ir desde cambios fuertes, decisiones importantes y hasta pérdidas de alguien en la vida.

De acuerdo con el portal Got Questions, el dolor tiene funciones como alertar que algo anda mal en el cuerpo, pero también para que las personas recuerden las consecuencias del pecado. “Cuando uno sufre, es una ocasión excelente para darse cuenta de que Jesucristo soportó un insoportable dolor emocional y físico en nuestro nombre”, expone el mencionado portal.

Ahora, cuando llega ese dolor y se vuelve insoportable, se puede buscar a Dios para sanar y una de las formas es a través de la oración.

Oración para curar el alma y el cuerpo de un fuerte dolor

“Padre Celestial, te doy gracias por amarme. Te doy gracias por enviar a tu hijo, nuestro Señor Jesucristo, al mundo para salvarme y liberarme. Confío en tu poder y gracia que me sostienen y restauran.

Padre amoroso, tócame ahora con tus manos sanadoras, porque creo que tu voluntad es que esté bien de mente, cuerpo, alma y espíritu. Cúbreme con la preciosísima sangre de tu hijo, nuestro Señor Jesucristo, desde la punta de mi cabeza hasta la planta de mis pies.

Echa fuera todo lo que no debería estar en mí. Saca de raíz cualquier célula malsana y anormal. Abre cualquier arteria o vena bloqueada y reconstruye y repone cualquier área dañada. Elimina toda inflamación y limpia cualquier infección por el poder de la preciosa sangre de Jesús.

La oración es un diálogo con Dios. | Foto: Getty Images

Deja que el fuego de tu amor sanador pase a través de todo mi cuerpo para sanar y hacer nueva cualquier área enferma para que mi cuerpo funcione de la manera en que tú lo creaste.

Toca también mi mente y mis emociones, incluso en lo más profundo de mi corazón. Satura todo mi ser con tu presencia, amor, alegría y paz y acércame cada vez más a ti, en cada momento de mi vida.

Y Padre, lléname con tu Espíritu Santo y dame poder para hacer tus obras para que mi vida traiga gloria y honor a tu santo nombre. Te lo pido en el nombre del Señor Jesucristo”.

Amén.

Referencias

GotQuestions - ¿Qué dice la Biblia acerca del dolor?