Cultura
Oración para pedir al arcángel Rafael y a los ángeles de la guarda por una cirugía
En los momentos difíciles solo queda aferrarse a la fe. Y qué mejor que a través de una oración.
Aunque la vida gira alrededor de la incertidumbre, dado que nadie tiene la certeza de lo que deparará el mañana, hay momentos específicos en que se convierte en angustia. ¿Cuáles? La enfermedad propia o de un ser querido, en especial cuando es necesaria una cirugía.
Cuando se es creyente, lo mejor que se puede hacer es orar, pero no solo a Dios, sino a los ángeles de la guarda y al arcángel Rafael, el patrono de quiénes cuidan a los enfermos. Aunque es bueno expresarse con palabras que salen del alma, una sugerencia es seguir esta oración, sugerida por el portal Oraciones.dev.
Oración al arcángel Rafael y a los ángeles
“Amado Arcángel Rafael, médico del Padre, y amado ángel de mi guarda, los invoco desde lo profundo de mi corazón donde habita mi alma eterna, para pedirles su asistencia durante todo el proceso de esta cirugía a la que me someteré.
Mientras yo reposo dormido ante los efectos de la anestesia, te pido, hermoso Arcángel Rafael, que junto a todos los ángeles de la salud que te asisten y mi ángel guardián que nunca me abandona me envuelvan en un círculo de luz divina.
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Poderoso arcángel, te ruego que, dentro de ese círculo, me envuelvas a mí, a los médicos y personas que me atienden, y que todo lo que suceda en el transcurso de la cirugía esté bajo el influjo de tu poder sanador. No temeré, sabiendo que dentro de este círculo de ángeles nada malo me puede pasar.
La tranquilidad me inunda, al saber que las manos que me están interviniendo no son las de los seres humanos que allí se encuentran, sino la de los ángeles de la salud en cabeza tuya, cuidándome, sanándome.
Te pido Rafael Arcángel que los médicos que me operan sean solo unos instrumentos tuyos para realizar tu obra en mí, con la venia del Padre todopoderoso. Ángeles divinos, les entrego mi frágil cuerpo físico en sus manos durante esta cirugía, para que insuflen sobre él, la vitalidad, la fuerza y la perfección de la creación.
San Rafael, te pido que esta cirugía sea una oportunidad para sumergirme en los rayos angelicales de amor y sanación que tienen el poder de transformar todo lo que no debe estar más en mi cuerpo. Me entrego al amor absoluto del Padre y el de todos los ángeles que hoy me asisten, para recibir mi sanación, mi bien, mi nuevo nacimiento a una vida plena y sana.
Ya siento la fuerza del amor divino impregnando todo mi ser con su poder de curación. Y cuando despierte, seré una persona nueva, transformada y renovada por la energía sanadora de los ángeles de Dios. Gracias por su asistencia a mi llamado. Amén”.