Cultura
Oración para superar el pasado y vivir a plenitud el presente
Este ejercicio debe realizarse con el corazón para que se den las bendiciones.
La oración se convirtió en el camino y el refugio de muchas personas, a raíz de que es el canal directo para poder entablar una conexión con Dios. Esta práctica es necesaria en la vida de los creyentes, pues funciona como el escenario como encomendar los temores y las necesidades del día a día.
Existen todo tipo de oraciones para lidiar con las situaciones de la vida, recurriendo a ellas para hacerlas a lo largo de la jornada y así generar un vínculo cercano con las energías celestiales. Cada una funciona para tocar un tema puntual, despertando un alivio espiritual y personal.
En ocasiones es muy complicado superar el pasado y sanar las heridas, por lo que es recomendable hacer ejercicios que beneficien el proceso interno y pasen la página con sucesos que marcaron de una forma dolorosa. La manera adecuada, dependiendo de las creencias, es acudir a la fe y a la devoción, orando y encontrando en Dios un consuelo para que esas huellas no hagan daño en el presente.
De acuerdo con lo que compartió el portal Unidos en Oración, existe una oración que es perfecta para comunicarse con Dios y así poder superar esos rezagos de años atrás, los cuales se vuelven un obstáculo constante para avanzar.
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Estas palabras se deben hacer con mucha entrega y tranquilidad, esperando que los caminos se abran y se logre una paz interna. Para muchos creyentes, Dios es la respuesta para estas situaciones, por lo que se debe acudir a él en todo momento, no solo para pedir, sino para agradecer las bendiciones que llegan.
Oración para sanar el pasado y sus heridas
Señor de mi vida, aquí me tienes, a tus pies, para glorificarte por todo lo que haces en mí y en la vida de las personas que me rodean. Gracias por la dicha de poder hablar contigo con esta oración y ser completamente sincero. En estos momentos tengo una mezcla de pensamientos y sentimientos que me han estancado antes de tomar algunas decisiones para mi futuro.
Hoy, a la luz de tu rostro, permíteme aperturar todo mi ser. Tú me conoces mejor que nadie, Señor, y ahora siento un dolor muy grande, un impacto negativo en mi vida que me ha dejado sin aliento de un momento a otro. Pues, a mi vida han llegado recuerdos familiares, desconocidos, amorosos, malas decisiones, que en su momento creí haber superado, pero que ahora, han regresado con fuerza, causando un gran nudo en mi corazón.
Dios mío, libérame del dolor oprimente, sana las heridas del pasado que ha vuelto a perturbar mi alma, me desconcentran de todas las cosas que deseo realizar, de todas las decisiones que estoy a punto de tomar. Todo esto ha despertado el miedo en mí nuevamente, sana mis heridas, Señor, deja que todo quede en el olvido.
Ayúdame a soltar, no quiero victimizar mi alma con estas heridas pasadas, para justificar mis malos actos. Con tu mano protectora cura todas mis aflicciones, mis angustias y todos os recuerdos que me hacen revivir mucho dolor y desesperación.
Coloca en mí, tus ojos de amor Señor, para las heridas de una historia pasada, queden sanadas, Tú sabes muy bien todo lo que he querido hacer, las cosas que no he logrado, sabes todo lo que ha causado este sufrimiento, las personas que me han lastimado.
Tu bien sabes cuáles son los mis límites, las faltas que he cometido, el pecado que aborreces. Has sido testigo de todos los traumas y los completos que atan mi corazón a la tristeza. Toma todo ello y conviértelo en esperanza, en peldaños para no dejar de caminar y ser feliz.
Oh bendito Padre, perdona y aclara todas las tinieblas que se han instalado en mí, quita todo lo que me consume de negatividad y me impide ser consciente de tu amor. Limpia mis pecados pasados que fueron consecuencias de mis malas decisiones, líbrame de las culpas para no castigarme más.
Quita toda piedra que obstaculice el sendero que has trazado para mí con mucha dedicación y conviértela en fortaleza para hacer las cosas con coraje sin miedo a remar contracorriente porque Tú estás a mi lado siendo mi escudo protector.
Hoy, ante tu presencia, renuncio a todo el dolor y a las heridas del pasado que no me dejan continuar con mi vida de manera tranquila. Dejo esa mochila tan pesada que ya no me corresponde llevar, dejo toda la ansiedad y el temor de no voltear la página, ya no quiero seguir así mi Dios.
Extiende tu mano sobre mí, transforma mi debilidad, mi inseguridad y sentimientos de inferioridad en valentía, en amor propio, tranquilidad y confianza. Anima mi corazón Padre de piedad, para que la oscuridad no vuelva a tener acceso a mi vida.
Sobre tu altar color toda mi voluntad, unida a mi pasado, para que puedas restaurar mi presente y dejar que mi futuro esté completamente en tus manos. Que mis ojos ahora se esmeren por solo mirar adelante y ya no atrás. Que mis pies ahora no se detengan ni retrocedan, a menos que sea para tomar impulso con más fuerza, pues en ti me amparo mi Dios.
Gracias por escucharme, Señor, mantén mi cuerpo y mi mente como un templo para tu Santo Espíritu que pueda ser morada santa para todas las buenas acciones, para volver a mi esencia y ser gratos en obra y palabra, te lo pido en el nombre de tu Hijo Jesús, Amén.