Oración para tener una limpieza espiritual y atraer la buena suerte

A través del tiempo, las creencias religiosas se han visto fortalecidas a partir de distintas figuras y rituales, realizados alrededor del mundo, por parte de aquellas personas que buscan obtener beneficios para su entorno, su energía y su devenir, en lo que respecta al desarrollo de su vida cotidiana.

Ya sea para conseguir un buen empleo, una buena pareja, o una estabilidad financiera positiva, son cada vez más las costumbres y prácticas realizadas por parte de creyentes, con el fin de así poder atraer un aura positiva a su vida.

Este tipo de prácticas son cada vez más comunes a partir de la creencia de que a través del tiempo, y con el paso de las diferentes vivencias, la vibra espiritual del ser humano se va contaminando a causa de distintas energías y efectos negativos que rodean al individuo en su día a día, por lo que es necesario poder realizar una limpieza ocasional de carácter espiritual, y así evitar que se acumulan energías negativas.

A partir de esto, es importante destacar que un aura espiritual limpia, permite que el bienestar emocional del ser humano sea positivo y, a su vez, se puedan atraer distintos elementos de carácter positivo, como por ejemplo, la buena suerte, ya sea en el ámbito laboral, sentimental o social.

Considerando esto, es necesario tener en cuenta ciertos rituales, oraciones o actos que puedan tanto limpiar el aura, como también, de forma consecuente, atraer buena suerte y efectos positivos para la vida de los seres humanos, como por ejemplo, esta oración:

Señor Dios mío y Padre mío, en el nombre de tu hijo, señor Jesucristo, vengo a pedirte a ti, que eres el Dios que abre los caminos, que pongas la mano en esta entrada para quitar de aquí todo lo malo como, envidias, trabas, amarres, brujerías, salaciones, todos los espíritus que ponen de cabeza a esta puerta, todo lo que actúa al revés, miseria, fracaso y todo lo que cierra mis caminos... Yo ordeno a todo: ¡Que se vayan ahora y no regresen nunca más! Te agradezco Padre mío, creyendo en mi liberación total, amén.

Esta oración se recomienda a realizar en la entrada del hogar, permitiendo así una limpieza profunda de las diferentes impurezas espirituales que se puedan concentrar en el mismo y en el entorno del ser humano.