CINE
Oscar se despierta
Golpeada por la crisis económica, preocupada por la ausencia de largometrajes taquilleros y con la sombra del bajo 'rating' del programa de televisión, la Academia se la juega toda en la entrega del premio Oscar el 22 de febrero. Las predicciones de Semana, por Ricardo Silva.
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Todo el mundo quiere saber quién va a ganar el Oscar. Pero cada vez menos gente resiste, frente al televisor, las horas eternas que dura la ceremonia de entrega. Sí, el premio más famoso del planeta es, también, un programa interminable que ha ido perdiendo rating con el paso de los años. Y esa verdad ha llevado al grupo de profesionales que lo produce, los ejecutivos de la cadena ABC sumados a los representantes de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood, a tomar la valiente decisión de reinventarse el espectáculo. Según se dice, el próximo domingo 22 de febrero el espectador no se descubrirá a sí mismo cabeceando, en la entrada de la madrugada, mientras un avergonzado cortometrajista serbio, doblado por una voz que no deja oír ni una palabra, les da las gracias a sus hijos por enseñarle qué es el verdadero amor mientras sostiene la famosa estatuilla.
A cargo de la transmisión estarán, por primera vez, los realizadores del largometraje Dreamgirls: el productor Lawrence Mark y el director Bill Condon. Y, aunque lo único que se han atrevido a declarar ha sido "estén alerta, nominados, cualquier cosa puede pasar", desde ya hay varias señales de que la de este año sí será una ceremonia diferente. Se sabe, para empezar, que el presentador del evento no será un comediante cínico de aquellos, sino un actor acostumbrado a los espectáculos teatrales: el australiano Hugh Jackman. Se ha oído que se le hará, a lo largo de la noche, un homenaje al ninguneado género de la comedia. Se ha conocido, a pesar del misterio que han querido crear los publicistas, que habrá colaboraciones de los cineastas Baz Luhrmann, Judd Apatow y Bennett Miller. Y se tiene claro que, ya que las producciones postuladas tienden a ser pequeñas obras que entusiasman más a los críticos que a los públicos, ya que los televidentes suelen aburrirse porque sólo han visto las nominadas a efectos especiales, se convertirá la entrega del Oscar en una narración en tres actos que contará una historia que habrá que seguir desde el principio hasta el final.
El clímax de la noche del Oscar solía ser la entrega del premio a la mejor película del año. Pero llegar a él costaba horas y horas de homenajes y de premios técnicos que les interesaban a muy pocos: lo importante, para la persona que había soportado las casi cuatro horas de la transmisión, era que al fin podía irse a dormir.
Los productores de este año han prometido que todo eso cambiará. Son conscientes de que el mundo está en vilo por cuenta de la crisis económica. Saben que la gente necesita un programa de televisión que entretenga, que despierte las emociones. Y por eso, según dicen, han pensado un espectáculo que hará sentir mejor. Sólo les falta, para conseguirlo, que los premios se entreguen de la siguiente manera. ?
Mejor película
¿Quieres ser millonario?
¿Por qué va a ganar?: porque en medio de una devastadora crisis económica que manda a la gente a las salas de cine, en medio de aquellas huelgas de profesionales de Hollywood que se resisten a enriquecer a esos ejecutivos a los que les da igual cuál es el producto que venden, la esperanzadora, contundente, taquillera película de Danny Boyle, representante, de alguna manera, del poderío del cine la India, se ha llevado reconocimientos tan dicientes como el Globo de Oro, el PGA y el Bafta. Las otras nominadas: El curioso caso de Benjamin Button, Frost/Nixon, Milk y El lector. Quién puede dañarlo todo: El lector ha ido ganando fama, entre los más de 6.000 votantes de la Academia, de no ser la enésima película sobre el holocausto. En un mundo justo: Wall-e no estaría sólo compitiendo por ser la mejor película animada.
Mejor director
Danny Boyle, por ¿Quieres ser millonario?
¿Por qué van a ganar ?: porque cae bien en Hollywood, porque su trabajo es memorable y porque en estos agotadores días de premios se ha ganado, entre muchos otros, el reconocimiento que entrega la asociación norteamericana de directores. Los otros nominados: David Fincher, por El curioso caso de Benjamin Button; Ron Howard, por Frost/Nixon; Gus Van Sant, por Milk, y Stephen Daldry, por El lector. Quién puede dañarlo todo: puede pasar que la culposa Academia, en busca de un nombre que le diga algo al gran público, premie a David Fincher por la película menos interesante de su estupenda carrera. En un mundo justo: Gus Van Sant, que estrenó la excelente Milk unos meses después de presentar la escalofriante Paranoid Park, por fin se llevaría el premio.
Mejor actriz principal
Kate Winslet, por El lector.
¿Por qué va a ganar?: porque flota en el ambiente la idea de que ya es hora de que Winslet, que ha sido nominada al Oscar cinco veces más, y que ha estado ganándoselo todo desde la noche de los Globos de Oro, se lleve de una buena vez el premio que ha merecido desde Sensatez y sentimientos. Las otras nominadas: Anne Hathaway por El casamiento de Raquel; Angelina Jolie, por El sustituto; Melissa Leo, por Frozen River, y Meryl Streep, por La duda. Quién puede dañarlo todo: Streep, adorada en Hollywood, ha tenido uno de los mejores años de su carrera: desde cuando Mamma Mia! se convirtió en un fenómeno de taquilla en el mundo no solo es la más prestigiosa actriz de la industria. En un mundo justo: Sally Hawkins, de Happy-Go-Lucky, habría entrado en el grupo.
Mejor actor principal
Sean Penn, por Milk.
¿Por qué va a ganar?: porque su trabajo es otra vez de no creer, porque a los miembros de la Academia les fascinan las interpretaciones de personajes históricos, porque el combativo Penn, un verdadero liberal en los tiempos liberales de Obama, es el actor más respetado de su generación. Los otros nominados: Richard Jenkins, por The Visitor; Frank Langella, por Frost/Nixon; Brad Pitt, por El curioso caso de Benjamin Button, y Mickey Rourke, por El luchador. Quién puede dañarlo todo: el autodestructivo Rourke, por supuesto, con su Globo de oro, su Bafta y su emotiva historia de redención en una industria que lo había sepultado antes de tiempo. En un mundo justo: Clint Eastwood estaría entre los cinco finalistas, por su conmovedora interpretación en Gran Torino.
Mejor actriz de reparto
Penélope Cruz, por Vicky Cristina Barcelona.
¿Por qué va a ganar?: porque las obras de Woody Allen suelen recibir estos contentillos, porque a la heterogénea Academia le gusta premiar extranjeros, y porque Harvey Weinstein, el magnate distribuidor de la película, que a punta de campañas logró, por ejemplo, que Shakespeare apasionado le quitara a Rescatando al soldado Ryan el Oscar a la mejor película en 1999, la ha obligado a salir en todos los medios de comunicación norteamericanos. Las otras nominadas: Amy Adams, por La duda; Viola Davis, por La duda; Taraji P. Henson, por El curioso caso de Benjamin Button; Marisa Tomei, por El luchador. Quién puede dañarlo todo: cualquiera de las cuatro: en estas categorías suelen ocurrir las sorpresas de la noche. En un mundo justo: el guión preciso de Vicky Cristina Barcelona, la mejor comedia del año según el Globo de Oro, al menos habría sido nominado.
Mejor actor de reparto
Heath Ledger, por El caballero de la noche.
¿Por qué va a ganar?: porque, si no ganara, Hollywood perdería una última oportunidad para reconocer tanto la calidad de la película más exitosa producida por la industria el año pasado (recaudó 999 millones de dólares en el mundo) como el mejor trabajo de un actor estupendo que en verdad murió antes de tiempo. Los otros nominados: Josh Brolin, por Milk; Robert Downey Jr., por Tropic Thunder; Philip Seymour Hoffman, por La duda, y Michael Shannon, por Sólo un sueño. Quién puede dañarlo todo: nadie: si alguien le quitara el premio de las manos a la hijita huérfana de Ledger, tendría que devolverle la estatuilla, a la salida del teatro, a una multitud enardecida. En un mundo justo: James Franco, de Milk, habría recibido una nominación.
Otros premios:
Mejor guión original: El de Milk, un trabajo memorable, acaba de recibir el premio que entrega el sindicato de escritores, pero el de Wall-e es, entre todos los de este año, el más respetado por la crítica. Mejor guión adaptado: el de ¿Quieres ser millonario, que, como la novela de la que parte, consigue estructurar un drama lleno de suspenso alrededor del conocido programa de concurso, tiene todas las de ganar. Mejor película animada: Wall-e es la única película de Hollywood del año pasado que sigue poniendo de acuerdo a los críticos gringos. Mejor película extranjera: la hermosa Vals con Bashir, ni más ni menos que una producción pacifista hecha en Israel, llega a las salas de cine en el momento justo. Documental: Man on Wire consigue angustiar al espectador como si no fuera un documental sino una tremenda película de suspenso.