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Marthe Villalonga y Sandrine Bonnaire protagonizan esta película que ha generado más de una polémica por su temática.

CINE

La última lección

Película francesa que no logra ir más allá de los clichés, para retratar a una mujer de 92 años que decide pedir la eutanasia. **

Manuel Kalmanovitz G.
25 de junio de 2016

Título original: La dernière leçon

País: Francia

Año: 2015

Director: Pascale Pouzadoux

Guion: Pascale Pouzadoux y Laurent de Bartillat

Actores: Marthe Villalonga y Sandrine Bonnaire

Duración: 105 min

Es interesante notar cómo rotan constantemente las películas sobre la eutanasia en nuestra cartelera de cine: sale una y a las pocas semanas entra otra. Hay enfermeros enigmáticos que se encargan de ayudarles silenciosamente a sus pacientes (El último paciente), familias que se despiden con cariño y resignación (Corazón silencioso) y cavilaciones sobre la vida futura de las mascotas una vez sus dueños no estén (Truman).

¿Qué pensar de esta gente que decide terminar sus vidas antes de empezar a sufrir demasiado? ¿Qué decir de este repetido duelo de voluntades, de un lado quien pide la muerte y del otro sus parientes, amigos y conocidos que los contradicen? Obviamente es un tema escabroso y de actualidad y hay gente que ante lo escabroso y actual queda totalmente hipnotizada, como lo que nos sucede a muchos con cualquier estrellón callejero.

Pero que sea escabroso y actual no garantiza que sea interesante ni penetrante. De hecho, La última lección es la entrega más dulzona, sentimental y poco inteligente de este género de las muertes involuntarias que ha llegado a nuestras salas. Dice el comunicado de prensa que está basado en un best seller en Francia, pero si se parece a la película debe estar a la venta en dulcerías.

La mujer que decide morirse es Madeleine, una abuela de 92 años (interpretada como una anciana lúcida que aparenta muchos años menos por Marthe Villalonga). La señora no tiene ninguna enfermedad ni dolores ni problemas de dinero. Como en muchas de estas películas, la eutanasia está planteada como un problema de libertades: el que se quiere morir quiere ejercer su libertad para morirse, quienes lo detienen son figuras autoritarias que lo bloquean sin argumentos.

“¡Es libre y eso es lo que no les gusta!”, les explica el nieto de Madeleine a sus padres. La complicidad entre el adolescente y la anciana es superficial pero interesante, pues ilustra esa visión simplista y bastante común según la cual cualquier figura de autoridad –que es lo que son los padres tanto para el joven como para la abuela– resulta esencialmente arbitraria y mezquina, un estado poco divertido, receloso de la libertad de quienes tiene a cargo.

Y, como se sabe, no hay nada más condenable que la falta de diversión o las personas que le coartan la libertad a otra (los superhéroes de las películas la usan como bandera y los superpoderes justifican la guerra para defenderla), y, como está tan claro quién tiene razón y quién no, las tensiones dramáticas no se desarrollan.

En esta retahíla dulzona de lugares comunes no hay espacio para la contemplación de la vejez como una etapa de la vida con sus placeres y molestias particulares (como lo lograba tan conmovedoramente el japonés Yasujiro Ozu en sus películas), acá la vejez es una segunda adolescencia aunque con siestas, desorientaciones y desmayos.

Realizada sin gracia ni sensibilidad, La última lección también desperdicia el magnetismo de Sandrine Bonnaire, que hace un papel plano y poco creíble, apenas acorde con un material tan trillado. 

CARTELERA

**** Excelente  ***½ Muy buena   *** Buena   **½ Aceptable  ** Regular  * Mala

Buscando a Dory ** ½

La segunda parte de Buscando a Nemo intenta repetir la fórmula de su antecesora pero con un protagonista repetitivo y sin gracia.

Aislados ** ½

Documental sobre una isla densamente poblada en el Caribe colombiano.

Nahid: un canto a la libertad ***

La segunda película de la directora iraní Ida Panahandeh es un drama sin tregua de una mujer oprimida.

Trumbo ** ½

Biografía juiciosa y poco imaginativa del guionista de la época dorada de Hollywood, marginado por su militancia comunista.