Cultura
Poderosa oración para suplicar a Dios por la paz en el mundo y el fin de la violencia
La paz es uno de los principales anhelos de millones de personas alrededor del mundo.
La paz mundial ha sido durante años unos de los principales logros a enmarcar en la historia de la humanidad.
Sin embargo, durante toda la historia de la civilización, las discordias y la violencia han formado parte de la cotidianidad del ser humano, por lo que muchas veces se dice que la paz es una cuestión muy personal, y tan difícil de obtener, que se necesita de la ayuda de Dios para poder contenerla.
Aunque el significado de la paz suele variar entre las personas, la idea de tranquilidad, seguridad y serenidad hacen parte de la mayoría de consecuencias que traería el establecimiento de una paz genuina, sin necesidad de algún tipo de acuerdo o negociación, sino que nazca del corazón y se brinde por voluntad, mas no por compromiso.
La paz y la fe
En la religión cristiana, Dios se ha mostrado como un ser omnipotente y benévolo, por lo que la paz deber ser una virtud que cada cristiano, independientemente de su corriente, debe acoplar en su vida para ser un heredero del Reino de los Cielos.
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Por tal motivo, además de los mandamientos, las obras santas deben ser una prioridad en la vida de cada creyente, y una de ellas es llevar la palabra y la paz a todo lugar que se pueda.
Por tal motivo, a través de la sabiduría de Dios, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha divulgado una oración muy precisa, dedicada a recitarla por la paz mundial, y el fin de la violencia y el terrorismo, por lo que se debe entonar con fe, devoción y mucha esperanza para que, además de establecer una conexión directa con Dios, se pueda cumplir el milagro de llenar a la Tierra de paz en cada una de las latitudes.
A continuación, se encuentra una oración dedicada a rezar por la paz del mundo, el fin de la violencia y la erradicación del terrorismo, considerados como obras del maligno para poner en guerra a los hijos de Dios.
- Oración por la paz y por el fin de la violencia y el terrorismo
“Dios omnipotente y misericordioso, Señor del Universo y de la historia humana.
Todo lo que has creado es bueno, y tu compasión por el hombre, que te abandona una y otra vez, es inagotable.
Venimos hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para perdonar.
Dador de la vida, te pedimos también por todos los que han muerto, víctimas de los brutales ataques terroristas. Concédeles la recompensa y la alegría eternas. Que intercedan por el mundo, sacudido por la angustia y desgracias.
Jesús, Príncipe de la Paz, te rogamos por los heridos en los ataques terroristas: los niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas inocentes y los que han sido agredidos por casualidad. Sana su cuerpo y el corazón, que se sientan fortalecidos por tu consuelo, aleja de ellos el odio y el deseo de la venganza.
Santo Espíritu Consolador, visita a las familias que lloran la pérdida de sus familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo. Cúbreles con el manto de tu divina misericordia. Que encuentren en Ti la fuerza y el valor para continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor.
Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social.
Dios, Eterno Padre, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti entre el estruendo y la desesperación del mundo. Llenos de confianza en tu infinita Misericordia, confiando en la intercesión de tu Santísima Madre, fortalecidos con el ejemplo de los beatos mártires de Perú, Zbigniewa y Michała, que has convertido en valientes testigos del Evangelio hasta derramar su sangre, nos dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz y pidiendo que alejes de nosotros el látigo del terrorismo.
Por Jesucristo, nuestro Señor,
Amén”.