¿Por qué la Biblia está dividida entre el Antiguo y el Nuevo Testamento?

La Biblia, un libro sagrado para miles de millones de cristianos, en el cual reposan cientos de historias que plantean el inicio del universo, la humanidad, las revelaciones de Dios, la llegada de su hijo a la Tierra, la destrucción del mundo, entre otras, ha sido considerada como la palabra sagrada que lidera a la iglesia cristiana, y a cada una de sus corrientes, con el fin de vivir en sintonía con Dios.

Este gran libro, compuesto por 66 textos para las iglesias protestantes y con 73 para la iglesia católica, se ha convertido en uno de los volúmenes literarios más extendidos y conocidos a nivel mundial, traducido a una gran cantidad de idiomas, siendo originales los escritos en hebreo, arameo y griego, lo que demuestra la milenaria tradición que poseen sus palabras.

¿Por qué está dividida la Biblia?

De acuerdo con el sitio web religioso Catholic.net, la Biblia se encuentra divida principalmente en dos grandes tomos, debido a la necesidad de marcar un inicio con respecto a cuando Jesús vino a la Tierra, por tal motivo, el Antiguo y el Nuevo Testamento son las dos grandes divisiones del las sagradas escrituras.

Sin embargo, aclara el portal, esto no quiere decir que ambas partes estén desvinculadas, al contrario, “en el Antiguo Testamento está escondido el Nuevo Testamento y el Antiguo Testamento se hace manifiesto en el Nuevo”, aseveró el portal católico, además de enfatizar en que, en medio de los propios evangelios que se ubican en el Nuevo Testamento, se hace alusión al Antiguo, por el propio Jesús al decir: “Investiguen las escrituras y así comprobarán que Moisés habla de mí”.

Por otro lado, el Antiguo Testamento, compuesto por 46 libros en la Biblia católica, y de 39 en la protestante, (debido a que estos últimos no toman en cuenta los textos deuterocanónicos de Tobías, Judit, la Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, I de Macabeos y II de Macabeos, además de unas anexiones a los libros de Ester y Daniel, por estar originalmente escritos en griego), relatan el inicio de los tiempos, la liberación del Pueblo de Israel de los Egipcios, los mandamientos, ente otros, por lo que es importante para los cristianos de todas las corrientes comprender estos pasajes hebreos, ya que Jesús fue judío.

A pesar de que los judíos y los cristianos tienen sus textos religiosos separados, la base de estas dos religiones en la misma, al igual que es Islam, por tal motivo, los tres credos están fundamentados bajo los relatos de Abraham, uno de los principales patriarcas de las tres religiones, y uno de los protagonistas en el Antiguo Testamento.

Asimismo, mientras el Antiguo Testamento relata la historia de los israelitas, quienes esperaban la llegada del Mesías, en el Nuevo Testamento se encuentran las enseñanzas de Jesús, el Mesías reconocido por los cristianos y rechazado por los judíos.

Las partes como complemento de un todo

En el Nuevo Testamento se pueden encontrar todas las enseñanzas que Jesús expresó durante su vida pública en Judea, Samaria y Galilea. Asimismo, con las cartas de San Pablo, el Apocalipsis y los Hechos de los Apóstoles se describen, en 27 libros, la misión evangelizadora que los discípulos cumplieron a cabalidad tras la resurrección de Jesucristo.

A pesar de que algunas personas consideren que hay desconexiones entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, los cristianos conocen que ambos textos son complementarios, dando Jesús, en su momento, una aclaración que sigue afirmando la relación que existe entre las dos divisiones, al expresar que él no había venido a abolir la ley (de Moisés), por lo que se confirma la unión que existe entre el pasado de los patriarcas y el presente del apostolado.