Y el Óscar es para…

Los Premios Óscar del año pasado fueron, en cierto sentido, la respuesta a la llegada de Donald Trump a la Presidencia y a la campaña #OscarsSoWhite que buscaba una mayor diversidad racial en los candidatos de las diferentes categorías. Pero este año la gran noticia coyuntural es el escándalo de Harvey Weinstein, productor legendario que, según numerosos testimonios, pasó décadas abusando de mujeres, intimidando, manipulando, violando y, cuando se negaban a seguirle el hilo, destruyendo sus carreras.

Gracias al trabajo investigativo de medios como The New York Times y The New Yorker a fines del año pasado, este productor, que sabía como nadie aprovechar estos premios para impulsar sus películas, quedó convertido en un paria y su caída dejó en el aire una serie de preguntas difíciles sobre la tolerancia a este tipo de comportamientos y, en general, sobre lo que tiene de oscuro este mundo de ilusión.

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Aunque es posible (y algo cínico, es cierto) pensar que la indignación despertada por estos escándalos resulte pasajera, que se puede quedar en la comodidad de un par de hashtags de Twitter y que al final no habrá grandes cambios, Steve Bannon, el exasesor de Trump, señaló alarmado a un periodista de Bloomberg que todas las actrices que protestaron en los Globos de Oro vestidas de negro eran una señal ominosa del final del patriarcado. “Van a deshacer 10.000 años de historia”, le dijo.

Es un diagnóstico un poco precipitado, quizás, pero aún así es importante reconocer el poder de esta clase de gestos simbólicos. Al fin y al cabo estos Premios Óscar son la celebración de una industria que mueve miles de millones de dólares anualmente en todo el mundo, gracias a la exportación de imágenes memorables y las ideas que van con ellas.

Para enfatizar que esta es una época de grandes turbulencias políticas a los que el cine de Hollywood no es ajeno, la mayoría de las nueve películas nominadas al máximo galardón tratan temas relacionados con el poder. Está la rabia ante la inacción estatal (Tres anuncios por un crimen), las consecuencias del racismo (Huye), la nostalgia por una prensa robusta y responsable (The Post), un análisis elegante y resonante de la opresión femenina a nivel íntimo (El hilo fantasma), la forma en que los políticos toman decisiones (Las horas más oscuras), una exploración de lo que implica hacer parte de una inmensa maquinaria bélica (Dunkerque) y una celebración de la fortaleza de quienes no tienen voz (La forma del agua).

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Los complementan dos películas agridulces sobre lo que implica crecer: Lady Bird y Llámame por tu nombre. A continuación, los tradicionales pronósticos.

Mejor película: La forma del agua

Nuestra especulación: ganadora de los Globos de Oro y de los premios gremiales de directores y productores, la película del mexicano Guillermo del Toro es un homenaje visualmente impactante a una pandilla de desempoderados en la era de la Guerra Fría que ofrece, además, un romance interespecies. Refuerzan sus posibilidades la fantasía, la elegancia formal y su aproximación metafórica y sentida al poder de las minorías.

Otros nominados: Tres anuncios por un crimen, Dunkerque, Lady Bird, Huye, Llámame por tu nombre, The Post, Las horas más oscuras, El hilo fantasma.

Posible sorpresa: Tres anuncios por un crimen, con su rabia sostenida ante un estado de cosas inaceptable que se ha vuelto normal, tiene una especial fuerza coyuntural. Esta semana, además, ganó en los Bafta, el último de los grandes premios cinematográficos que anteceden al Óscar.

Mejor director: Guillermo del Toro por La forma del agua

Nuestra especulación: el triunfo de Del Toro seguiría la tradición reciente de directores mexicanos galardonados, como Alejandro González Iñárritu (por Birdman, en 2015) y Alfonso Cuarón (por Gravedad, en 2014). Sería también un reconocimiento a un director imaginativo que ha sabido reconciliar como pocos el darle una dimensión humana a lo espectacular con los efectos especiales.

Otros nominados: Christopher Nolan, por Dunkerque; Greta Gerwig, por Lady Bird; Jordan Peele por Huye y Paul Thomas Anderson por El hilo fantasma.

Posible sorpresa: Christopher Nolan, por Dunkerque. Sería un reconocimiento a uno de los directores más taquilleros del presente, creador de impresionantes montañas rusas visuales que solo ha sido nominado un par de veces antes (por el guion de Memento en 2002 y por su dirección de Inception en 2011).

Mejor actriz principal: Frances McDormand por Tres anuncios por un crimen

Nuestra especulación: sería el segundo Óscar para McDormand (ganó por Fargo en 1997), por un papel intenso y doloroso que encarna de forma especialmente efectiva la sensación de desamparo y rabia de los individuos que se enfrentan a una insitucionalidad que no responde a sus necesidades. Con largas retahílas de groserías dichas enfática y fluidamente, puede que no sea el papel más sutil de su carrera, pero sí uno de los más energéticos. Tras haber ganado premios gremiales, Globo de Oro y Bafta, su triunfo parece asegurado.

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Otras nominadas: Saoirse Ronan, por Lady Bird; Sally Hawkins por La forma del agua; Margot Robbie por Tonya; y Meryl Streep por The Post.

Posible sorpresa: Saoirse Ronan. Esta actriz de 23 años es el centro magnético de Lady Bird y logra encontrar en su personaje todos los matices (desde la alegría hasta la furia) de una adolescente conflictuada.

Mejor actor principal: Gary Oldman por Las horas más oscuras

Nuestra especulación: como es ya tradicional en estos premios, el gran favorito es un actor que se transformó radicalmente para interpretar su papel, con todos los sacrificios que ello implica (dice un diario inglés que Oldman dejó de dormir y que a duras penas comía para no dañar su maquillaje). Tras haber ganado en los Globos de Oro, los premios del gremio de actores y el Bafta, esta parece otra categoría decidida de antemano.

Otros nominados: Timothée Chalamet, por Llámame por tu nombre; Daniel Kaaluya, por Huye; Denzel Washington, por Roman J. Israel, Esq.; y Daniel Day Lewis, por El hilo fantasma.

Posible sorpresa: Timothée Chalamet. Otra tradición completamente distinta en los Óscar es premiar jóvenes que parecen salidos de la nada. Ese sería el caso de Chalamet.

Mejor actriz de reparto: Allison Janney por Tonya

Nuestra especulación: uno de los grandes villanos que ofrece esta camada de premios Óscar es la madre de la patinadora Tonya Harding interpretada por Janney: dura, distante y cruelmente cómica, parece una prima pobre y resentida de Cruella de Vil. Sería un reconocimiento a una carrera brillante con más trabajos en televisión que en cine. Esta es otra categoría que parece tener nombre propio, pues coincide con los galardones de los Bafta, los Globo de Oro y el sindicato de actores.

Otras nominadas: Laurie Metcalf, por Lady Bird; Mary J. Blige, por Mudbound; Octavia Spencer, por La forma del agua; y Lesley Manville, por El hilo fantasma.

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Posible sorpresa: Laurie Metcalf, que ofrece en Lady Bird, como la madre de su protagonista, un polo a tierra y un contraste melancólico a las ansias de libertad.

Mejor actor de reparto: Sam Rockwell por Tres anuncios por un crimen

Nuestra especulación: en un papel complejo, Rockwell le da vida a un asistente de sheriff al mismo tiempo brutal, racista y compasivo. Está claro que en un clima polarizado las complejidades de un personaje no siempre caen bien y, por eso, esta es una de las categorías más inciertas.

Otros nominados: Willem Dafoe, por El proyecto Florida; Richard Jenkins, por La forma del agua; Woody Harrelson por Tres anuncios por un crimen; y Christopher Plummer por Todo el dinero del mundo.

Posible sorpresa: Willem Dafoe, que es fundamental en el retrato compasivo de la pobreza estadounidense en la película de Sean Baker.

Otros premios

Mejor guion original: Tres anuncios por un crimen, de Martin McDonaugh, que logra mantener la tensión dramática partiendo de una premisa sencilla.

Mejor guion adaptado: Llámame por tu nombre, de James Ivory que sería el reconocimiento a una larga carrera.

Mejor película extranjera: Una mujer fantástica, del chileno Sebastián Lelio, por retratar de forma compleja y compasiva la crisis existencial de un transexual.

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Mejor película animada: Coco, de Lee Unkrich y Dara K. Anderson (para Pixar), por crear un homenaje sentido a los antepasados, partiendo respetuosamente de la iconografía mexicana tradicional.

Mejor documental: Visages Vilages, de Agnes Varda y JR, que le daría otro Óscar a la octogenaria directora además del premio honorario que recibió el año pasado.

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Fe de erratas: en una primera versión de este artículo apareció una foto que no correspondía a Gary Oldman interpretando a Wiston Churchill, sino a John Lithgow, quien lo interpretó en The Crown. Ese error ya fue corregido.