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¿Qué dice en La Biblia sobre el diezmo obligatorio?
La Biblia es considerada la palabra de Dios para los creyentes del cristianismo.
Las tradiciones religiosas y cristianas han perdurado con el paso de los años, siendo clave en las actividades diarias. De hecho, uno de los libros más importantes para los fieles creyentes de Dios es la Biblia, donde se recopilan una serie de escrituras canónicas que son consideradas producto de inspiración divina y hechos asombrosos entre la humanidad y la vida de Jesucristo. En estos textos están consignados los mandatos del altísimo, por lo que funciona como base para llevar un estilo de vida.
Dentro de estas creencias y cultos existen distintas costumbres, actos o rituales, los cuales pueden variar con el paso del tiempo, sin embargo, es clave considerar la forma en que estos cambian con los años y, a su vez, los efectos que se pueden presentar en la vida cotidiana a partir de su realización.
El aporte del diezmo y ofrendas es una forma en la que las personas reconocen “que todo lo que tenemos viene del Señor” es decir, significa devolverle a Dios el 10 % de las ganancias recibidas con un corazón agradecido, lleno de alegría y generosidad. El portal Bibliaon dio a conocer una serie de versículos, consignados en las Sagradas Escrituras, donde hablan de esta forma de retribución a Dios.
Gran parte de estos actos que potencian la creencia se ven comprendidos dentro de la Biblia, o incluso durante la celebración de misas o distintas festividades puntuales y esenciales para la religión.
Es importante aclarar que, al igual que muchas otras, con el paso de los años esta práctica ha cambiado de muchas maneras. Para poder comprender esta transición, se debe considerar en primer lugar que el diezmo previamente era considerado casi como una obligación, o también reconocido como parte de la ley de Dios.
Sin embargo, este dinero u ofrenda no podía ser entregado sin mayor peso, ya que en la Biblia se menciona que este debe considerar una conexión espiritual con Dios, como es considerado en el libro sagrado durante bastantes pasajes, al ver que muchas poblaciones eran castigadas por entregar este diezmo sin realizar dicha conexión de principios religiosos.
En muchas culturas o circunstancias, el dar este diezmo no suele ser considerado como una práctica altruista, ya que muchas personas que lo realizan esperan a cambio una bendición o un beneficio religioso puntual para su día a día.
Sin embargo, este acto debe responder a un obsequio hacia la religión, sin buscar nada a cambio, puesto que esto no dependerá de esta acción, como se explica en la Biblia durante Mateo 6:33, donde se cita de manera textual que: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).
Con el tiempo, esta práctica ha variado altamente, ya no es dada por ley, sino por principio, y no suele corresponder al 10 % de las ganancias, sino a un aporte voluntario que puede presentar distintas variaciones. Por lo que las personas no deben regirse al significado puntual de la palabra, sino entender que pueden aportar a la iglesia de acuerdo a sus posibilidades.
Estos versículos hablan sobre los diezmos y las ofrendas
2 Corintios 9: 6-7
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Malaquías 3: 10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Marcos 12: 41-44
Estando Jesús, sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre, y echó dos blancas, o sea un cuadrante. 43 entonces llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza, echó todo lo que tenía, todo su sustento.