Cultura
¿Qué dice la Biblia de las personas que no pueden dejar un vicio?
Los vicios y las adicciones son tentaciones que alejan a las personas de la espiritualidad y del amor de Dios.
Las tentaciones son unos eventos que se presentan a diario a los creyentes en la buena fe y es que estas llegan a las personas de un modo agradable y que da la sensación de ser buenas y de poderse controlar. Así, tal cual sucede con los vicios.
En este mismo sentido, se ha descubierto que las la mayoría de las adicciones tienden a estar relacionadas con la curiosidad de experimentar, pero que en el camino se asocia directamente con problemas muy cercanos y ligados a condiciones como la soledad, el estrés, la ansiedad y la depresión.
Ahora bien, hay personas que son conscientes de su condición y de su dependencia, pues saben que no pueden dejar ese tipo de vicio particular. Muchas veces tienden a buscar ayuda profesional y tratamientos para poder salir de este hueco en el que se encuentran.
Vale la pena destacar que esta ayuda no está mal, pero los vicios y las adicciones son tentaciones que alejan a las personas de la espiritualidad y del amor de Dios, es por eso que junto con este tipo de tratamientos es importante tener un acompañamiento religioso que ayude a orientar a las personas a enfocarse en la fe.
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Es por esto que en la Biblia destaca algunos versículos para ayudar a vencer este tipo de adicciones y vicios.
Esto dice la Biblia sobre las adicciones
- Salmo 27:10: “Hasta si mi padre y mi madre me abandonaran, Jehová se haría cargo de mí”.
- Salmo 50:15: “Llámame en tiempos de angustia; yo te rescataré”.
- Proverbios 3:5, 6: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. Tómalo en cuenta en todos tus caminos, y él hará rectas tus sendas”.
- Isaías 41:10: “No tengas miedo, porque estoy contigo. No te angusties, porque yo soy tu Dios. Yo te daré fuerzas. Sí, yo te ayudaré. Con mi mano derecha de justicia, de veras te sostendré”.
- 1 Corintios 15:33, nota: “No se dejen engañar. Las malas compañías corrompen los principios morales”.
- 2 Corintios 7:1: “Limpiémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu”.
- Filipenses 4:13: “Tengo fuerzas para todo gracias a aquel que me da poder”.