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El acto de prometer se considera como sagrado en la cultura religiosa. | Foto: Getty Images/iStockphoto

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¿Qué pasa si no se cumple una promesa a Dios?

Para los creyentes, las promesas a Dios se hacen para cumplirlas.

Redacción Semana
3 de octubre de 2023

Las promesas a Dios son unas de las más importantes para las personas creyentes de la religión católica, son una decisión que se hace como ofrenda en su nombre, para que por la gracia de su infinito amor y misericordia les otorgue lo que se pide.

Ahora bien, si Dios concede lo que se está pidiendo a cambio de la promesa, para el creyente es sumamente importante realizar el sacrificio o la ofenda puesta, pues de lo contrario asumirá que traicionó a su padre y su espiritualidad.

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Las promesas son sagradas. | Foto: Getty Images

Asimismo, cuando no se cumple con las promesas a Dios, las personas que las hacen pueden tender a sufrir de frustración y esto se debe a que la persona siente que si la promesa no se cumple, tarde o temprano, Dios se alejará.

La otra sensación que siente una persona que no cumple una promesa a Dios es la de la traición, porque queda la percepción de que se le miente a Dios para ganar un gran beneficio y porque se está rompiendo un compromiso sagrado entre lo prometido y lo cumplido de Dios hacia su hijo.

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Las promesas a Dios son muy importantes. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En este sentido, la Biblia destaca en Eclesiastés 5:4: “En el momento en que hagas una promesa a Dios, no tardes en cumplirla, por el hecho de que no se complace en los necios. Haz lo que prometes”.

Por otra parte, en Eclesiastés 5: 5-7 continúa: “No permitas que tus labios te hagan pecar, y luego digas ante el enviado de Dios que lo hiciste por error. ¿Por qué hacer que Dios se enoje por lo que dices y destruya lo que has hecho? Por lo tanto, en medio de tantas pesadillas y de tantas palabras y cosas sin sentido, tú debes mostrar reverencia hacia Dios”.

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Rezar | Foto: Getty Images

Además, cuando se haga una promesa a Dios debe pensarse que esta debe ser alcanzable y no prometer cosas imposibles, pues la sensación de zozobra por faltarle a Él les puede dejar tristes o enojados.