Dentro de los actos más sagrados dentro de la cultura religiosa y que suelen hacer los creyentes, está la oración y el leer versículos en la Biblia, un libro considerado por muchos como sagrado. El acudir a las Sagradas Escrituras para tener un apoyo en los mensajes consignados se ha vuelto común, en especial en situaciones difíciles, como momentos de angustia.

Nunca es tarde para empezar a conocer los pasajes que guarda la Biblia, producto de una inspiración divina, según la cultura religiosa. De hecho, hoy en día, la palabra está disponible para todas las personas con la llegada de las nuevas tecnologías y el Internet.

Uno de los libros más destacados de las Sagradas Escrituras, y a los que muchos recurren, son los Salmos. Allí están consignados los versículos que hablan sobre temas como la fe, la grandeza, el poder, la protección, la provisión, la adoración y la relación entre la humanidad y lo divino.

Por ejemplo, el Salmo 4 es uno de los más reconocidos y ampliamente leídos de esta colección poética y espiritual. Se trata de un salmo de oración vespertina que menciona la confianza que debe ser puesta en Dios, así como la misericordia que tiene el Todopoderoso con los seres humanos y el hecho de que Él escucha las oraciones y el clamor de su pueblo.

Los salmos que reza Jesús por las personas cuando están tristes. | Foto: Getty Images

Salmo 4: Oración vespertina de confianza en Dios

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.

Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;

Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,

La oración es vital para el creyente. | Foto: Getty Images

Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah

3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;

Jehová oirá cuando yo a él clamare.

4 Temblad, y no pequéis;

Los versículos se debe hacer con fe. | Foto: SHSPhotography

Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah

5 Ofreced sacrificios de justicia,

Y confiad en Jehová.

6 Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?

Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.

7 Tú diste alegría a mi corazón

Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.

8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré;

Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.