La vida está llena de sentimientos positivos, pero también, de varios negativos. Uno de ellos es la envidia. Muchas son las personas que no se sienten conformes con su existencia y es entonces cuando comienzan a ver con malos ojos los logros de los demás.
La envidia no es una emoción ajena a ninguna persona. De hecho, es normal sentirla. Lo que está mal es cuando alguien comienza a desearle mal a otro, y también a atacarlo, para que no le vaya bien.

Es entonces cuando muchos acuden a la fe, alzando una plegaria a Dios con tal de alejar todas esas malas energías y evitar que las envidias les hagan daño.
En la biblia se encuentra un poderoso salmo, que diversas personas leen a diario, pidiendo al ser supremo no estar rodeado de aquellos que sienten aquel sentimiento. Se trata del salmo 59 y usted puede leerlo a diario. Recuerde orar con fe, pues esto le dará más fuerza a su plegaria.

El salmo que se debe leer para alejar la envidia
“Líbrame de mis enemigos, Dios mío, ponme a salvo de los que contra mí se levantan. Líbrame de los que hacen iniquidad y sálvame de hombres sanguinarios, porque han puesto acechanza contra mi vida, se han juntado contra mí, no por transgresión mía ni por pecado mío.
A causa de su fuerza esperaré yo en ti, porque Dios es mi defensa. Mi Dios, en su misericordia, irá delante de mí. Dios me hará ver a mis enemigos. Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.

Yo cantaré tu poder y alabaré de mañana tu misericordia, porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia. Oh, fortaleza mía, a ti cantaré alabanzas porque eres mi amparo y mi Dios de misericordia”.
Oración para alejar la envidia y las malas energías
Además de este salmo, también puede elevar una petición a Dios por medio de una corta plegaria compartida por el portal Oración milagrosa. Siempre pida con fe y seguro de que el ser supremo lo cubrirá con su manto.

“Señor, hoy te doy gracias por mi vida, por la vida de mi familia, por el don de la salud, por nuestro hogar, nuestros trabajos, por todas las hermosas bendiciones que tú nos das y también por aquellas que están por llegar.
En esta oración te hago una petición muy necesaria y especial: por favor aleja de nuestra vida aquellas personas malintencionadas, que con su envidia y pensamientos negativos nos desean el mal.

Amado Dios, por favor cúbrenos con tu manto de luz y amor, líbranos de los lobos disfrazados de ovejas, del odio que se esconde detrás de una falsa sonrisa y de la hipocresía cuando se disfraza de amistad.
Por favor toca el corazón de estas malas personas y ayúdalos a transformar sus vidas. Enséñales que los grandes logros y las grandes alegrías se alcanzan con trabajo, dedicación y disciplina. Amén”.










