Cine

‘Quo Vadis, Aida?’: una mirada a las 8.372 víctimas del genocidio de Srebrenica y a quien dio la orden

Dirigida por Jasmila Zbanic y protagonizada por Jasna Djuricic, la película nos devuelve a 1995, cuando un brutal exterminio tuvo lugar bajo la bandera de la ONU. El sábado 27 en la noche, esta producción nominada al Óscar abre el Festival de cine ‘Al Este’ en la Cinemateca de Bogotá.

26 de noviembre de 2021
Jasna Djuricic es Aida Selmanagic en 'Quo Vadis, Aida?'
Jasna Djuricic es Aida Selmanagic en 'Quo Vadis, Aida?' | Foto: Cortesía Al Este

La sensación es de vacío y de impotencia. En esta película basada en la vida real, lo inevitable sucede. Eso que una vez se descubre tan macabro como fue, se grita que nunca más puede volver a suceder. La historia prueba que el grito es en vano, que el horror se repite y usualmente lo hace bajo los ojos impávidos del resto del mundo. Pero se le debe contar al mundo, es esencial. Esta película lo hace.

Como en campos de concentración nazis, en Ruanda, el terror del exterminio sucedió en Bosnia y sucede en algunas regiones de Colombia, un país en el que las masacres son paisaje. En este momento, además, un horror similar se conjuga en algún lugar vulnerable, librado a pujas descarnadas e intereses, pero sin riquezas suficientes como para que la comunidad internacional se vea obligada a hacer algo.

Un punto de quiebre. El ejército serbio al borde de vulnerar la base de Naciones Unidas.
Un punto de quiebre. El ejército serbio al borde de vulnerar la base de Naciones Unidas. | Foto: Cortesía Al Este

Si el cine mueve, esta película de Jasmila Zbani agita. Ver a los ojos a los criminales, en este caso, a los militares y paramilitares serbios liderados por Ratko Mladic, que barrieron Bosnia en su cruzada asesina en nombre de la “depuración” desde la perspectiva de la población civil es desgarrador. Y ver el efecto posterior de ese horror y ese desplazamiento para apropiarse del territorio, es algo difícil de comprender.

Estas personas vivían su vida, se vieron enfrascadas en conflictos que las superaban y, si sobrevivieron, sufrieron pesadillas el resto de sus vidas por contar con la mala suerte de ser musulmanes. Madres, esposas, hijas, llorando a sus muertos. Muchas encontraron los restos de sus seres queridos, algunas otras no.

‘Quo Vadis, Aida?’ fue nominada al Óscar a Mejor película extranjera (perdió con ‘Druk’).

Le tomó al mundo seis años reconocer el genocidio de Srebrenica. Pero ya se le reconoció. Se le dejó pasar, se le trató de minimizar, pero después de años y de irrefutables testimonios se le reconoció en 2001. Desde ese punto, se cuenta, se sigue contando, y es duro pero crucial verlo, ser testigos, hablar de lo sucedido. Tanto como es vital saber quién es Adolfo Hitler y por qué no se le hace apología, ni siquiera bajo la bandera de la ignorancia. A nivel local, la Comisión de la Verdad trabaja para que Colombia pueda llegar al punto de conocer el horror, narrarlo, tratar de exorcizarlo y seguir adelante.

‘Quo Vadis, Aida?’ se estrenó en Europa en 2020, justo 25 años después de la pesadilla, y acá abre el Festival Al Este este sábado 27 en la Cinemateca de Bogotá. La historia se basa en el libro ‘Bajo la bandera de las Naciones Unidas’ de Hasan Nuhanovic, un sobreviviente del genocidio del 11 de julio de 1995 en Srebrenica, Bosnia, donde fueron asesinados prácticamente todos los hombres de la población en nombre de una depuración étnica y un plan de desplazamiento.

Partiendo de ese material base, la directora bosnia Jasmila Zbanic optó por narrar desde la perspectiva de una mujer local, Aida, una maestra de inglés en una escuela antes de que estallara esa guerra. En este contexto, en el que Srebrenica se convierte en zona segura e la ONU, Aida trabaja como traductora en la base que comenzó a recibir a la población desplazada que había sobrevivido hasta ese punto la violencia. Pero esa protección de la ONU terminó no siendo más que una farsa.

La directora Jasmila Zbanic nació en Sarajevo, en 1974.
La directora Jasmila Zbanic nació en Sarajevo, en 1974. | Foto: Cortesía Al Este

A Aida la vemos tratar de cumplir su labor, de salvar a su esposo y a sus hijos... también seguimos a los cascos azules holandeses que tratan de mantener la cordura pero se dan cuenta de que están librados a su suerte, de que no llegarán los bombardeos para intimidar al ejército serbio. Pero los holandeses podían salir volando...

En el curso de la cinta los vemos, a estos hombres uniformados, con sus armas, que se sabe han asesinado y violado mujeres en su paso infernal de guerra; los vemos intimidar, los vemos mentir a la población, proclamarse sus salvadores. Todo para luego, ante la indiferencia del mundo entero y bajo la inoperancia del ente que debía protegerlos, asesinarlos de manera perversa. Se sabían intocables en ese momento y actuaron como bárbaros intocables. Esto sucedió en 1995, en las narices de la ONU, que, como lo hizo en Ruanda un año antes, miró al techo.

El genocidio de Srebrenica deja una cifra que retumba, fueron 8.372 los asesinados a sangre fría, hombres, especialmente, de jóvenes a viejos. No hace falta recordar que en Colombia aún queda por determinar quién dio la orden de ejecutar a 6.402 jóvenes para hacerlos pasar por guerrilleros. Esa es una pesadilla que, en nombre de esas víctimas y las familias que aún los lloran, hay que revelar.

El genocidio de Srebrenica dejó 8.372 asesinados a sangre fría, hombres, especialmente, de jóvenes a viejos. En Colombia aún queda por determinar quién dio la orden de ejecutar a 6.402 jóvenes para hacerlos pasar por guerrilleros.

El festival ‘Al Este’: las funciones en Bogotá

Para acceder a las proyecciones virtuales y a más información, ingrese a www.alestfestival.com/co.

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al este | Foto: Cortesía
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al este | Foto: Cortesía

El genocidio de Srebrenica

20 de marzo - Una mujer ora en el centro conmemorativo de Potocari por las víctimas del genocidio de Srebrenica en Potocari, Bosnia y Herzegovina. Los jueces de apelaciones de las Naciones Unidas confirmaron el miércoles las condenas del ex líder serbio de Bosnia Radovan Karadzic por genocidio, crímenes de guerra y lesa humanidad, y le aumentó su condena de 40 años a cadena perpetua. FOTO: Marko Drobnjakovic/AP | Foto: Marko Drobnjakovic/AP

Emir Suljagic, de la Agencia Anadolu, ofrece este contexto del terror que tuvo lugar.

La masacre de Srebrenica se considera una de las mayores tragedias de la historia europea después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Más de 8.000 musulmanes bosnios fueron asesinados después de que las fuerzas serbias en Bosnia atacaran la “zona segura” de la ONU en Srebrenica, en julio de 1995, a pesar de la presencia de tropas holandesas encargadas de actuar como fuerzas internacionales de paz.

Srebrenica fue asediada por las fuerzas serbias que intentaban arrebatar territorio a los musulmanes y croatas de Bosnia para formar su propio Estado.

El Consejo de Seguridad de la ONU declaró a Srebrenica como “área segura” en la primavera de 1993. Sin embargo, las tropas serbias dirigidas por el general Ratko Mladic, que ahora enfrenta cargos de genocidio en La Haya, invadieron la zona de la ONU.

Las tropas holandesas no actuaron cuando las fuerzas serbias ocuparon el área; fueron asesinados unos dos mil hombres y niños solo el 11 de julio. Unas 15 mil personas de Srebrenica huyeron a las montañas circundantes, pero las tropas serbias buscaron y asesinaron a cerca de seis mil de ellas en los bosques, en los primeros días.

Un total de 6.696 víctimas yacen enterradas en el campo de conmemoración del Genocidio de Srebrenica en Potocari, al este de Bosnia. Otras ocho víctimas, que fueron identificadas recientemente, fueron enterradas este año en el cementerio en el acto conmemorativo el 11 de julio de 2020.

Familiares asisten el 10 de julio al vigesimoprimer aniversario de las víctimas de la masacre de Srebrenica, cuando los serbios asesinaron a unos 8.000 musulmanes durante la Guerra de Bosnia. Foto: Samir Yordamovic/AFP