Recomendados de la semana: Mujeres con voz que toman la palabra

Gámbito de dama - buena

Director: Scott Frank * País: Estados Unidos * Año: 2020 * Duración: 7 x 50 min. Apróx. * Disponible en: Netflix

En los años 50, una niña silenciosa llega a un orfanato y el aseador le enseña a jugar ajedrez. Pocos años después se convierte en un fenómeno mundial, enfrentándose no solo a colegas hombres de su país con años de experiencia, sino a las figuras internacionales más destacadas del momento. Aunque se puede leer como una historia de superación y un himno por la paridad femenina, hay algo extraño en el personaje central de ojos grandes y sonrisa enigmática, que recorre la serie mirando con una actitud distante y retraída todo lo que la rodea; es como si esa distancia que lleva consigo desactivara las dimensiones más políticas, colectivas y contestatarias de la revolución de valores que conlleva el feminismo. Pero todo está empacado con ese modelo terriblemente efectivo de serie de Netflix, con capítulos que terminan en punta para incentivar sesiones maratónicas. Así, aún si resulta sospechoso, termina uno consumiéndolo voraz y frenéticamente.

Charulata - muy buena

Director: Satyajit Ray * País: India * Año: 1964 * Duración: 117 min. * Disponible en: mubi.com

Este clásico del cine bengalí sigue un triángulo afectivo en 1871 entre una mujer, su marido dueño de un diario en lengua inglesa, y el primo de él, que acaba de graduarse de la universidad y sueña con una vida literaria y a quien le encargan que incentive la curiosidad de ella por la escritura. Es un asunto melodramático, de pasiones que mueven el piso, y el director Satyajit Ray los retrata con un blanco y negro sobrio y elegantemente compuesto, señalando en imágenes las distancias y cercanías de los personajes a medida que recorren salas densamente decoradas mientras hablan de arte, política o los dilemas del colonialismo. Con preguntas sobre la tensión entre la cultura foránea y la propia —ella logra escribir solo cuando se reconecta imaginativamente con el pueblo donde creció— y con una banda sonora hermosa del mismo Ray, es el retrato de un despertar en el que confluyen aspectos emocionales y la posibilidad de valorar la cultura de donde se proviene.

Las tres muertes de Marisela Escobedo - muy buena

Director: Carlos Pérez Osorio * País: México * Año: 2020 * Duración: 109 min. * Disponible en: Netflix

Este documental sobrio, metódico, ligeramente largo, cuenta una historia durísima aprovechando todos los recursos tradicionales: material de archivo, entrevistas con los involucrados y dramatizaciones. El punto de partida es la búsqueda de justicia de la mujer del título cuando su hija es asesinada por su pareja. Tras un primer juicio que falla a favor del asesino, logra una condena, pero el criminal escapa sin que las autoridades parezcan interesadas en encontrarlo, así que ella asume las labores de la fiscalía investigativa. Con un gran cuidado y una música tensionante, la película va trazando un retrato acumulativo de cómo todo el estado mexicano, tanto el aparato de justicia como los gobiernos regionales y central como la policía, resulta incapaz de responderle a sus ciudadanos por sus exigencias de justicia, vencidos por una mezcla indistinguible de incapacidad, estar desbordados por el crimen o alianzas malsanas con grupos del narco. Desolador.

Las mil y una - muy buena

Director: Clarisa Navas * País: Argentina * Año: 2020 * Duración: 120 min. * Disponible en: Netflix.

Acá también hay una mujer que encuentra su voz, aunque también hay otra que ya está totalmente segura de ella. Tiene lugar en Corrientes, al norte de Argentina, en unos barrios de edificios bajos que la directora Clarisa Navas captura expresivamente con tomas muy largas y cámara en mano, subrayando su carácter como un escenario ambiguo: en sus tinieblas y pasadizos hay tanto de peligro como de protección. Una chica es tímida y callada, jugadora de baloncesto, que siente una abrumadora curiosidad por una vecina crespa y, como dicen allá, totalmente “canchera” que acaba de llegar al barrio. No es exactamente una historia de amor, sino algo más rico y abierto: una historia de curiosidades de una gente por otra, y un retrato de cómo las vidas se desarrollan de maneras particulares en estos espacios en donde, al lado de intolerancias y violencias, la gente logra abrirle lugar al cariño, la solidaridad y los encuentros.