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Para los creyentes, leer las Sagradas Escrituras hace parte de la forma en la que Dios habla.
Para los creyentes, leer las Sagradas Escrituras hace parte de la forma en la que Dios habla. | Foto: Getty Images

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Relatos bíblicos para recordar la importancia de no juzgar a los demás

Estos textos pueden evitar que se tomen esos caminos en los que juzga a los otros.

Redacción Semana
10 de octubre de 2023

En la vida las personas se pueden topar con personas buenas, pero también con personas malas que buscan hacer daño de diferentes maneras. Una muy común es juzgar. Hay quienes critican y hablan mal de los demás por rencor, odio, envidia o sin razón alguna.

Es necesario recordar que el único que puede juzgar es Dios, pues es quien verdaderamente conoce a las personas. El resto, no deben dejar guiarse por los malos pensamientos, por las ganas de hacerle daño a los demás ni pensar que realmente conocen al otro.

Cuando se emiten juicios negativos a otros, se empieza a ir por un mal camino que puede oscurecer el alma y nublar el verdadero sendero de Dios. Por esto, se debe evitar a toda costa caer en estos malos pasos y una de las mejores formas es aferrarse a Él, pedirle que ejerza su voluntad.

Para acercarse a él y hablar de este tema se puede recurrir a la Biblia. En esta hay numerosos textos que hablan de la importancia de no juzgar a los demás y también para no ser juzgados.

Clasped hands on a bible while praying to God.
La biblia tiene numerosos capítulos para reflexionar sobre las acciones de las personas. | Foto: Getty Images

Relatos bíblicos para recordar la importancia de no juzgar a los demás

Números capítulo 12

“12 María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita.

3 Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra.

4 Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres.

5 Entonces Jehová descendió en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón y a María; y salieron ambos.

6 Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él.

7 No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa.

8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?”

La denuncia fue presentada desde el pasado mes de diciembre pero fue resulta en la última semana.
En la biblia se encuentran diversos textos que hablan de las consecuencias de juzgar a otros. | Foto: Getty Images

Mateo capítulo 7

“1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.

2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.

3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?

5 ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.

6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”.

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Textos bíblicos | Foto: Getty Images

Romanos 14

“1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones.

2 Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come legumbres.

3 El que come, no menosprecie al que no come, y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha recibido.

4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.

5 Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente.

6 El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace. El que come, para el Señor come, porque da gracias a Dios; y el que no come, para el Señor no come, y da gracias a Dios.

7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.

8 Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos.

9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven”.

Referencias

Biblia Gateaway - Capítulos de la biblia