CINE

'Hacia la luz', resentimiento, compasión y romance en la interacción humana

La directora japonesa Naomi Kawase se pregunta por las relaciones entre palabras e imágenes, en esta película centrada en una narradora de cine para invidentes. *** estrellas.

Manuel Kalmanovitz G.
19 de octubre de 2019
Los detalles visuales así como la dulzura y la compasión marcan esta historia, protagonizada por Ayame Misaki y Masatoshi Nagase.

Título original: Hikari

Año: 2017

País: Japón

Dirección: Naomi Kawase

Guion: Naomi Kawase

Actores: Ayame Misaki y Masatoshi Nagase

Duración: 101 min

Calificación: *** estrellas

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Quienes escribimos de películas y, en general, de cosas visuales sentimos una inmensa solidaridad con el reto que enfrenta la protagonista de Hacia la luz. O no sé. Al menos eso sucedió en mi caso, porque a menudo pienso que las palabras, poderosas como son, se sienten inexactas y vagas cuando se ponen frente a frente con las imágenes que intentan describir.

La protagonista acá es Misako Ozaki (Ayame Misaki) y su oficio es describir películas para invidentes. Y aunque la mayoría de voluntarios aprueban su trabajo, Masaya Nakamori (Masatoshi Nagase) la critica por hacerse sentir demasiado.

Quizás sea porque el lenguaje tiende a ser abstracto, mientras que el poder de una imagen –sus colores, sus formas, la manera en que cae la luz y en que se forman las sombras– reside totalmente en lo que tiene de concreto y definitivo, en la conjunción particular de espacio y tiempo que la produce.

En todo caso, la protagonista acá es Misako Ozaki (Ayame Misaki) y su oficio es describir películas para invidentes. La primera escena muestra sus palabras enfrentadas a unas imágenes, y, un poco después, a ella en su labor, leyéndole a un grupo de voluntarios su intento por pasar a palabras esas imágenes, que se veían antes y que resultan proyectadas en una pantalla.

Las descripciones en esta primera sesión van de declaraciones secas y contenidas hasta otras muy interpretativas, como si Misako no supiera qué tanto inmiscuirse, qué tanto permitir que su sensibilidad personal se manifieste en sus descripciones. Y aunque la mayoría de voluntarios aprueban su trabajo, Masaya Nakamori (Masatoshi Nagase) la critica por hacerse sentir demasiado. “Estabas interfiriendo con la experiencia”, le dice.

Pero un poco después la coordinadora del programa la tranquiliza. “¿No es el objetivo del cine conectar con la vida de otras personas? (…) Las narraciones ayudan a que se conecte la gente que no puede ver”.

La directora Naomi Kawase comenzó su carrera haciendo unos cortos luminosos en los años noventa, que se movían en la zona difusa en la que se sobreponen lo documental, la ficción y lo experimental; en esta película hay momentos en los que estas formas tan diversas de aproximarse al cine se entretejen para potenciarse entre sí. Viéndola, pensaba que es justamente este cine incierto, hermoso, contemplativo y pendiente de la luz y de los detalles del mundo el que resultaría especialmente complicado de describir para su protagonista.

Nakamori resulta ser un fotógrafo célebre que aún no ha perdido por completo la vista, pero que está próximo a hacerlo. Tras esa reacción negativa en la primera sesión descriptiva, la película alterna entre ambas vidas mostrando los problemas de Misako con sus labores descriptivas y con su madre enferma de alzhéimer; y a Nakamori en la evolución de la enfermedad, además de explorar la tensión entre los dos que alterna entre el resentimiento, la compasión y el romance.

Pero no es exactamente una película romántica. Como en buena parte del cine de Kawase, un resumen de su trama hace pensar en lugares comunes que las películas mismas logran evitar gracias a su interés en los detalles visuales y a la dulzura y compasión con las que contempla las interacciones de las personas.

Midsommar - ***½ estrellas

Un grupo de turistas estadounidenses viaja a Suecia para ver y participar en unos rituales extraños, en esta película de terror con momentos psicodélicos.

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Guasón - *** estrellas

La historia del villano de Batman retoma el lenguaje del cine estadounidense de los setenta, incluyendo homenajes a Martin Scorsese. Gran actuación de Joaquin Phoenix.

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El emperador de París - ** estrellas

Película de aventuras centrada en la legendaria figura de Vidocq, criminal convertido en policía en el París del siglo XIX.

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Una foto antes de morir - * ½ estrellas

Otra película de terror rusa con jóvenes muriendo en locaciones remotas, esta vez a causa de una cámara fotográfica que captura el futuro.