21 lecciones para el siglo XXI, un libro para reflexionar sobre el futuro

Yuval Noah Harari

21 lecciones para el siglo XXI

Debate, 2018

399 páginas

En la civilización de la sobreinformación, se agradece cualquier libro que nos dé pautas para entender qué está pasando y qué es lo verdaderamente importante. Un poco de claridad en el mar de confusión en el que vivimos. Y unas pocas pero básicas coordenadas para guiarnos en el confuso debate contemporáneo. El joven profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén Yuval Noah Harari es culto, agudo y estimulante. En 21 lecciones para el siglo XXI, hace un diagnóstico acertado del presente, describe lo que sería el futuro cercano y sugiere algunas posibles soluciones. Sin embargo, lo más interesante son sus preguntas sin respuesta. Por fortuna, no se presenta como sabio o salvador. Y no es dogmático, ni tiene fórmulas o sesgos ideológicos. Critica sin distingo a todas las religiones, necesarias, pero las primeras creadoras de las fake news. Solo pretende ser alguien que se ha detenido a pensar, con una amplia perspectiva histórica, en los cambios profundos ocurridos en los últimos años y quiere compartir sus hallazgos. Combina la erudición, el sentido común y una curiosidad vivaz. Nos lleva sin dificultades a lo esencial de las cosas. En síntesis: un buen profesor.

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La crisis de la democracia liberal es el abrebocas de sus lecciones. Para Harari, al finalizar el siglo XX, las grandes batallas ideológicas que se habían dado entre el fascismo, el comunismo y el liberalismo parecían haber terminado con una contundente victoria de este último y su política de democracia, derechos humanos y capitalismo de libre mercado. La historia no acabó ahí, dio in giro inesperado y lo que pasó, en cambio, fue que la humanidad perdió la fe en el relato liberal, que terminó siendo una decepción y una triste realidad con sus restricciones a la inmigración, a las ideas universales, al comercio. Los países se convirtieron, más bien, en fortalezas amuralladas y resurgieron los nacionalismos que, evidentemente, no tienen un proyecto para gobernar el mundo como un todo. En esa pérdida de credibilidad del liberalismo, han surgido revoluciones paralelas en la tecnología de la información y la biotecnología que nos enfrentan a los mayores retos que haya tenido nuestra especie: “La fusión de la infotecnología y la biotecnología puede hacer que muy pronto miles de millones de humanos queden fuera del mercado de trabajo y socavar tanto la libertad como la igualdad. Los algoritmos de macrodatos pueden crear dictaduras digitales en las que todo el poder esté concentrado en las manos de una élite minúscula al tiempo que la mayor parte de la gente padezca no ya explotación, sino algo muchísimo peor: irrelevancia”.

¿Quién soy yo? Esa es la gran pregunta que desde hace siglos nos hacemos los humanos sin obtener respuesta. Y eso que les hemos hecho caso al “conócete a ti mismo”, de los filósofos, y al “sigue el camino de tu corazón”, de lo sabios. Mientras seguimos sin encontrar la respuesta, la tecnología y quienes la controlan, cada vez conocen más de nuestros deseos y de nuestras emociones más íntimas, hasta el punto de estar en capacidad de hackearnos: “No hackear tu teléfono inteligente, ni tu ordenador ni tu cuenta bancaria: están inmersos en una carrera para hackearte a ti y a tu sistema operativo orgánico. Quizás hayas oído que vivimos en la época de hackear ordenadores, pero eso es apenas una parte de la verdad. En realidad, vivimos en la época de hackear a humanos”.

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“Ahora mismo los algoritmos te están observando”, dice Harari. Observan a dónde vamos, qué compramos, qué comemos, con quién nos vemos. Y pronto supervisarán nuestros pasos, nuestra respiración, los latidos de nuestro corazón. Para controlarnos y manipularnos. Viviremos en Matrix o en El ‘show’ de Truman. Elemental: “Si los algoritmos entienden de verdad lo que ocurre dentro de ti mejor que tú mismo, la autoridad pasará a ellos”.

¿Transitaremos de una desigualdad económica a una desigualdad biológica? Los muy ricos, que antes podían comprar símbolos de estatus, ahora podrán comprar la vida misma: tratamientos para alargar la vida y mejorar las condiciones físicas y cognitivas. ¿Se dividirá la humanidad en castas biológicas? Grandes preguntas y hondas reflexiones nos deja este libro indispensable.