‘Star Wars Rogue One’ no apela a la nostalgia

La película inicia en un ritmo lento. Para evitar que aquellos que no se han visto la saga queden perdidos, el director se toma unos 20 minutos para explicar el universo de Star Wars. En la narración vemos Jyn Erso (Felicity Jones), Cassian Andor (Diego Luna) y el andride K-2SO junto a grupo de rebeldes que tienen la misión de conseguir los planos de La Estrella de la Muerte, un arma del Imperio que puede destruir planetas enteros. Esta arma garantiza la soberanía del Emperador y de los Sith, esos caballeros atraídos por el lado oscuro de la fuerza. Su destrucción, por el contrario, significaría el renacer de la República Galáctica.

A diferencia del trabajo del cineasta J.J. Abram, director de  ‘El despertar de la fuerza’, Gareth Edwards no apela a la nostalgia de las primeras películas de la saga, aunque no deja de mostrar algunos guiños a George Lucas, creador de la serie de Star Wars, que en ocasiones pueden verse forzados y en otros momentos son justos y precisos.

Es tan relevante el argumento de la historia que incluso las emociones que pueden generar los personajes no es lo principal. Si bien la actuación de Felicity Jones es muy buena y Diego Luna está a la altura, los personajes no generan con facilidad una mayor afinidad, como sí pasa en otras películas de la serie. En esta cinta el protagonismo se lo lleva el argumento de la historia.  

Es interesante que en esta película no sea necesario entender qué es la fuerza, que son los Sith o qué son los Jedi porque en la anterior habían sido casi exterminados. La razón por la que seguramente se dijo que no era necesario ver las otras películas para entender esta.

Edwards ya había dicho que no abusaría de la presencia de Darth Vader y en efecto lo hace. En ‘Rogue One’ no se puede esperar que el villano tenga un mayor protagonismo, cosa que para algunos amantes del personaje puede ser decepcionante, pero a la vez es coherente con otras películas en las que Vader no aparece más de 12 minutos.

Después de los tropiezos del inicio la película toma ritmo. Empieza a avanzar rápidamente, sin abusar de los efectos especiales, Edwards ofrece escenas con acciones y sucesos contundentes. Cuando se dan las batallas cualquiera se puede sentir sumergido en el universo de Star Wars.  Es entonces cuando esta parte de la historia se convierte en esa pieza que encaja perfectamente en la cronología de la narración y responde a la pregunta de cómo hizo la princesa Leia para acceder a los planos de La Estrella de la Muerte en ‘Una nueva esperanza’.

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