Ruvén Afanador retrata las facetas humanas de El Dorado en su aniversario 60

Hay que anotarle al aeropuerto El Dorado un triunfo estético y humano. Su manera de retratar su aniversario 60 la sacó del estadio. No solo aprovecha el talento desbordante de uno de los más importantes fotógrafos del país, que a nivel internacional no necesita presentación y que no olvida jamás de donde viene, también pone el foco en detalles lejos de lo institucional y cerca de los protagonistas que hacen del aeropuerto un lugar de humanos unidos por un particular trabajo en un particular lugar.

El libro se pensó originalmente como una pieza para rememorar la historia de El Dorado, desde finales del año 2019, pero el COVID-19 sacudió los planes, interrumpió la operación, e impactó a muchas personas desde diferentes ámbitos. Por eso, el libro es también un homenaje a todas las personas afectadas por la pandemia.

Andrés Ortega, Gerente General de Opain anota que, con esta importante recopilación fotográfica, “queremos resaltar la evolución que ha tenido el Aeropuerto y su entorno y además, contribuir a la memoria cultural que nos identifica como país”.

Con dos terminales de pasajeros y tres de carga distribuidas en más de 224.000 metros cuadrados, El Dorado tiene una misión específica, y alrededor de esta congrega a una comunidad.

Por la naturaleza de su operación, en su espacio reúne emociones, negocios y mucha gente con proyecciones y destinos distintos. No es exagerado entonces llamarla una plataforma para conjugar ideales y sueños. Y luego de más de un año marcado por la pandemia, esta celebración de un referente para la región realmente enaltece a quienes hacer que todo sea posible, los trabajadores.