Cine

Scorsese arremete contra la industria del entretenimiento masivo en nombre del séptimo arte

En un artículo que publicó en ‘Harper’s Magazine’, el director de cine neoyorquino exaltó a Fellini pero antes criticó sin reparo los valores de la industria actual, que ha degradado el cine a un contenido más, uno que, para colmo, trata sin cuidado o respeto.

17 de febrero de 2021
Fotograma de 'The Irishman', la película que Martin Scorsese estrenó en Netflix.

Para Martin Scorsese, el que los ejecutivos y dueños de estudios de hoy estén a cargo del rico legado cinematográfico rico del pasado es inseguro. Teme por los muchos tesoros en manos de quien no discrimina entre serie barata y obra maestra del cine y solo las diferencia por su número de clics. Y razón no le falta.

“Quince años atrás, la palabra “contenido” solo se escuchaba cuando la gente estaba discutiendo sobre cine de una manera seria, y este concepto se contrastaba con el de “forma”, escribió Scorsese.

“Luego, gradualmente, se fue usando más y más por la gente que se fue haciendo cargo de las grandes compañías de medios. La mayoría de ellos no tenían mayor idea de la historia del cine, del esta forma artística, y tampoco les importaba lo suficiente como para aprender de ella”, añadió el director.

Del archivo, en 2007: "Por fin un Oscar para Scorsese. El mítico director Martin Scorsese recibió el Oscar a mejor director por su película 'Los Infiltrados'. Por años él fue el gran perdedor de la gala del cine hollywoodense pues a pesar de dirigir grandes piezas del cine -como Taxi Driver y Pandillas de Nueva York- y ser nominado 6 veces, nunca había conseguido una estatuilla. La emoción de Scorsese y de todos los asistentes a la entrega de los premios fue evidente y la ovación duró varios segundos.. | Foto: AP

Antes de entrar en materia sobre su tema central, el legado de Federico Fellini, el director de Raging Bull, Goodfellas y The Irishman procedió a discutir el delicado tema de los algoritmos.

“Si las sugerencias de qué ver vienen de algoritmos sobre lo que ya viste, y estas sugerencias además se basan solo en sujeto o género, ¿qué efecto tiene esto en el arte del cine?”, cuestionó. Basta considerar que el cine, como toda forma de arte, abre la cabeza a nuevas perspectivas y sensibilidades y estos algoritmos proponen, antes más una exploración o un despertar, un círculo que se repite.

Resulta interesante la postura de Scorsese que no considere que tiene el rabo de paja: no temió trabajar con Netflix para lograr The Irishman, y su próxima cinta Killers of the Flower Moon tiene pactado su lanzamiento  en Apple TV+. Pero lo que él hace, sin lugar a equívocos, es cine.

Desde los sesentas, Scorsese ha marcado un camino como pocos en lo que a hacer cine y rescatar joyas del mismo arte se refiere. Scorsese ha sido prolífico en su carrera, dirigiendo películas memorables y documentales de corte musical, y a la vez fungiendo como un curador del celuloide. Alguna vez justificó esa faceta asegurando que es un acto de amor, el de compartir lo que a él ha tocado y movido.

En el fondo, Scorsese pretende hacer un llamado a rehabilitar al cine, pero, como lo asegura, “este negocio ya no es el del cine, es el del entretenimiento masivo virtual. Ya ha atacado sin tapujos el fenómeno Marvel, que por más que sea una avalancha de masas, para Scorsese no es cine.

“Todo ha cambiado. El cine y la importancia que tiene en nuestra cultura. Claro, no sorprende que artistas como Godard, Bergman, Kubrick, y Fellini, que reinaron en nuestra forma de arte como dioses, iban a caer en la sombra con el paso del tiempo. En este punto no podemos dar nada por sentado, no podemos depender de este negocio el cine para proteger al cine. Los que sabemos del cine y de su historia tenemos que compartir nuestro amor y conocimiento con tanta gente como podamos. Y tenemos que dejárselo muy claro a los actuales dueños de estas películas. Estas son mucho más que propiedad para explotar y archivar, hacen parte de los tesoros de nuestra cultura y así deben ser tratados”, concluyó.