El documental que se metió en el taller de Carlos Salas

En su tercer largometraje, la directora Ana Salas no solamente explora el color de una obra de arte sino también su sonido. ¿Cómo suena la lucha de un artista frente a un lienzo gigante en forma de círculo? Los espectadores escuchas rayones, brochazos y rasgaduras, mientras el lienzo muta con cada día de trabajo que pasa. En el taller se mete de lleno en el proceso creativo de Carlos Salas, padre de la directora y reconocido artista del abstraccionismo colombiano.

Esos sonidos, capturados por los micrófonos que la directora y su equipo ubicaron detrás del lienzo, reafirman una de las premisas de este documental: escuchar y mirar todo lo que ocurre en el espacio reducido de un taller. Mientras Salas cambia una y otra vez los trazos y colores del cuadro, la cámara sigue con especial atención los detalles más minúsculos, como las gotas que quedan resbalando después de una pincelada, o el sonido de una espátula esparciendo pintura sin cesar. Si los museos o las galerías funcionan como espacios ideales para entrar en contacto con una obra de arte, la pantalla grande amplifica la experiencia de ver cómo se hizo esa obra.

Carlos Salas trabajando en su taller. Cortesía Ana Salas. 

Así, la película se va moviendo al ritmo de la creación. Algunos momentos son frenéticos y productivos, mientras en otros hay pausas imprescindibles para la reflexión. También el cansancio demanda quietud, pues resulta extenuante enfrentarse a un cuadro de más de dos metros de altura.

De esa manera transcurre En el taller, documental detallado y preciso que ayuda a entender qué experiencias se viven dentro del espacio de trabajo de una artista en Bogotá. En la proyección para medios, hecha simbólicamente en el taller donde se filmó la película, Ana Salas y su padre revelaron detalles de la filmación.

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Por ejemplo, al inicio del rodaje hubo cierta resistencia por parte del artista. Acostumbrado a trabajar solo, sin nadie que lo mire, Carlos Salas tuvo que aprender a convivir con las cámaras, a repetir escenas, a compartir sus reflexiones en voz alta. La directora hila la narración a partir de esas tensiones, y las va entrelazando con pequeños monólogos de Salas sobre el arte y la creación.

Sin adornos ni rodeos, Ana Salas también muestra qué tipo de relación entabló con su padre para este documental. Más allá de la unión filial, que pasó por momentos de tensión típicos de una filmación de esta duración, las conversaciones entre los dos buscan volver explícitas las ideas que el artista tiene con respecto a su propia obra o a su lugar de trabajo. Padre e hija, unidos por un proyecto en común, aprenden a trabajar juntos para entregarle al público, al mismo tiempo, tanto una obra plástica como cinematográfica.

Carlos y Ana Salas durante la filmación. Cortesía Ana Salas 

Si bien el cuadro de Carlos Salas quedó hecho hace unos años, las postproducción del documental tomó mucho más tiempo.Cuando finalmente estaba listo e hizo el recorrido de festivales internacionales, faltaba solucionar el reto de distribuirla en Colombia, donde la cartelera no se caracteriza por presentar trabajos como En el taller. Ante ese hecho nació una nueva distribuidora, DOC:CO. Creada por un grupo de productores y directores de cine, entre los que está Clare Weiskopf (Amazona), ésta distribuidora le apuesta a que películas como la de Ana Salas  lleguen a muchas más pantallas en el país.

En el taller, la terecera película distribuida por DOC:CO después de El pacto de Adriana y Cocote, se presentará en Bogotá desde el 1 de noviembre en el Multiplex Embajador de Cine Colombia, en Cine Tonalá y en la Cinemateca Distrital. Además, este documental producido por Medio de Contención Producciones, tendrá proyecciones en otras ciudades como Medellín (Museo de Arte Moderno), Cali (Museo La Tertulia) y Manizales (Cinespiral).

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Oportunidades para que los espectadores entren, tal como lo hizo Ana Salas, a un taller donde conviven el quehacer y la reflexión artística.