Cultura
Siete oraciones para rezar a la Virgen María en el mes de octubre
La Virgen María ayuda a sus hijos terrenales y les cuida.
Para los creyentes en la fe y en el amor de Dios y todos sus santos, la Virgen María es muy importante, pues es ella la que se encarga de escuchar a sus hijos e intervenir ante Dios por las súplicas que los terrenales.
En este sentido, la religión tiene una serie de oraciones potentes que se pueden rezar a la Virgen María para que ella no desampare a sus hijos en este mes de octubre y que sea ella la que acompañe a los creyentes y los cuide todo mal y peligro.
1. Reina del cielo, alégrate, aleluya. Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya. Ha resucitado según su palabra, aleluya. Ruega al Señor por nosotros, aleluya. Goza y alégrate Virgen María, aleluya. Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.
Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (Se repite tres veces el Amén).
2. Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía!. Vengo a entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor. Te doy mi voluntad, para que no exista más y sea siempre la Voluntad del Padre Celestial.
3. Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco en este día, alma, vida y corazón. Mírame con compasión y no me dejes, Madre Mía.
4. Oh Señora mía, oh Madre Mia, yo me ofrezco enteramente a ti. En prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén
5. Todos te deben servir, Virgen y Madre de Dios, que siempre ruegas por nosotros, y tú nos haces vivir. Tanta fue tu perfección y de tanto merecer, que de ti quiso nacer quien es nuestra redención.
6. Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a tu protección, implorado tu socorro, o buscado tu intercesión ha sido abandonado. Animado por esta confianza, vuelo a ti, oh Virgen de las vírgenes, mi madre; A ti vengo, delante de ti estoy, pecaminoso y doloroso. Oh, Madre del Verbo Encarnado, no menosprecies mis peticiones, y en tu misericordia escucha y contesta a lo que te pido. Amen.
7. Durante el mes de mayo existe una devoción a la Virgen conocida como “treinta días de oración a la Reina del Cielo”. La oración de cada día se compone de una pequeña meditación cristiana sobre una oración del Santo Rosario. Se realiza una oración y se reflexiona sobre la “Florecilla para este día”. Por ejemplo, la Florecilla para el 1 de Mayo es: hacer un especial examen de conciencia por la noche.