SIN OXIDO
¿A qué se debe la longevidad del rock pesado?
Hace poco me enteré de que el día de la Ceremonia Inaugural de los Olímpicos, los Hell Angels habían escoltado la antorcha desde Disneylandia hasta el estadio mismo. ¿Los Hell Angels? Ya los veo, con sus motocicletas envenenadas de accesorios inútiles y sus haquetas de taches que brillan al ' Al sol quemón de California que los "Angeles del Infierno' no de los grupos marginales más interesantes de la era hippie, esos temibles guardaespaldas del rock (gracias por haberle salvado la vida a Mick Jagger), habían trabajado de payasos en los pasados Juegos. Sólo eso faltaba, ahora que las "Panteras Negras" se encuentran en el zoológico del olvido y las negociaciones con Madame Toussaud para que Malcom X sea reproducido en su museo de cera, se han ido definitivamente a pique.
Las modas pasan, pasan de moda. Y los movimientos juveniles se vuelven casi tan viejos como sus propios líderes. Sin embargo una de las manifestaciones musicales que logró sobrevivir después de tanto tiempo fue, qué curioso, el "rock pesado" o Heavy Metal, que dada su estructura y sus poquísimos recursos armónicos estaba destinado a morir desde muy temprano. Digamos a mediados de los años 70. No obstante, me pregunto si esta envidiable longevidad obedece únicamente a razones de tipo musical: el gusto por el estridente sonido de las guitarras eléctricas, o quizás la voz que se desgarra en lo más alto, incluso el inevitable volumen que ha reventado tantos tímpanos inocentes tiene que ver en esto.
Me pregunto si tal vez, el recrudecimiento del culto por la violencia en estos últimos años, no ayudó de alguna manera a fortalecer la imagen de varios de estos grupos. La violencia se vende bien. Y siempre hay más de uno que se meten cualquier negocio. ¿La industria discográfica? No me provoquen por favor. O terminaré por hablar más de la cuenta.
Por ahora, dos nuevos discos de Heavy Metal en el mercado nacional. Powerslave de Iron Maiden y Love at First Sting del grupo alemán Scorpions. Seré breve. Iron Maiden está bien. Y está cada vez mejor desde la entrada de Bruce Dickinson como reemplazo del cantante Paul Di'anno.
El incremento de temas compuestos por Dickinson no es gratuito, y todo indica que entre éste y Harris se han repartido la nueva versión del grupo (también están estrenando baterista: Nicko McBrain). Ahora son los nuevos reyes hard rock. Pero pensar solamente que comenzaron como teloneros de Kiss en su propia tierra. Qué humillación.
A Scorpions, el viejo grupo de Rudolph Schenker..y el cantante Klaus Meine, hay que abonarle el haberse mantenido durante 15 años. No es fácil cuando no se es superestrella. Estuvieron en el festival de Rock en Río, tienen dos temas sonando de vez en cuando por ahí, y una deliciosa carátula que no cabe la menor duda es lo mejor del disco. Me temo sin embargo que el proximo año, puedan repetir este afortunado hoyo en uno que los rescató del anonimato en que se habían metido. Suerte de todos modos. Y eso es todo.
Ahora, si de casualidad vuelan a Los Angeles permítanme hacerles un pequeño encargo: un gorrito de Mickey Mouse, unas papas fritas de Mc Donald's y un Hell Angel de pilas. Gracias. Después arreglamos.
Karl Troller.