Cine
“Sound of metal”: el sonido pesado del silencio y la esperanza de seguir adelante
Nominada a seis premios Óscar, ganadora de dos premios BAFTA y merecedora de críticas altamente positivas, “Sound Of Metal” se suma la cinematografía sobre música pero pone su corazón en la aceptación de realidades complejas.
Sound Of Metal me generó la misma sensación que, muchos años atrás, viví al ver La bailarina en la oscuridad de Lars von Trier. Quizá sucedió porque ambas están relacionadas con la música y tienen en sus relatos pruebas de vida muy fuertes. Quizá, también, porque los protagonistas de dichas cintas encaran tiempos demasiado complejos, así como la población del mundo, en una escala individual, vive en estos tiempos de pandemia.
La cinta de Darius Marder se estrenó en 2019 en Amazon Prime Video y en 2021 aún da de qué hablar pues aspira a seis premios Óscar. Sound of Metal refleja las emociones duras y tristes que vive un músico que pierde la capacidad de escuchar. Su mensaje sobre aceptación, sobre inclusión, sobre el poder de seguir adelante, por más que tome tiempo encontrar el camino, es poderoso (y puede que esa palabra no sea suficiente).
El director Darius Marder recibe al espectador con la estridencia de la batería y el canto gutural de un dueto particularmente pesado. Así conocemos a Ruben, un baterista interpretado por un notorio Riz Ahmed (nominado justamente a Mejor actor en los premios que se entregan este domingo) y a su novia Lou, la cantante. En una gira con esa banda de dos, Ruben se da cuenta de que se está quedando sordo. Sus vidas van a cambiar radicalmente, sus planes, al piso.
A medida que avanza, la cinta va clarificando que un silencio que se va haciendo más grande puede ser algo muy pesado con lo cual lidiar. A Ruben lo vemos luchar contra la incredulidad, lo vemos chocarse contra las paredes de la negación. Pro no se queda ahí. De la mano de terceros que entran a su vida, va viendo una manera de seguir, de apagar el desespero y la angustia de su nueva condición. Es un camino duro, pero tiene que terminar mal, así todo parezca indicarlo.
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Marder duró 12 años en llevar esta película a la pantalla. A NME le contó que el proyecto nació como un viaje en el que quería explorar la conexión de su propia familia con esa condición, la sordera.
La ansiosa interpretación de Ahmed se intensifica al ver el miedo en los ojos de Cooke, quien reconoce que deben buscar ayuda. Su historia con las drogas los termina llevando a un lugar en el que Ruben aterriza en la realidad. Habrá que empezar a aprender lenguaje de señas, a comunicarse. Su viaje desde ese momento es uno de aceptación en un retirado lugar para personas con sordera y para adictos también.
Encontrar los actores le tomó a Marder más tiempo del esperado. Muchos inversionistas le insistieron en vincular a actores famosos para darla a conocer, le plantearon esta condición para girar recursos. Son pestañear, su respuesta fue negarse hasta encontrar a los indicados. Si no se iba a hacer como a él le parecía, no se iba a hacer.
Cuando conoció a Riz Ahmed (Nightcrawler, Four Lions, y, en TV, The Night Of) supo que era el indicado. En una experiencia que describe como única y rara, Marder lo visualizó en la película. Esa sensación de “eureka”, esa reciprocidad de búsquedas también la sintió el actor (rapero también) británico. Ahmed deseaba un rol que lo pusiera a prueba y le sobrecogiera el alma. Quería darle la vida a un personaje. Y entonces apareció Ruben. El camino de Ruben entre el arte, el desespero y la paz es uno en el que lo dejó todo.
La preparación por parte de Ahmed fue, por no decir menos, impresionante. Durante ocho meses estudió todo lo que hacía falta, aparte del guion: lenguaje de señas, que practicaba al menos dos horas diarias y mucha batería. La inmersión llevó al actor a círculos de encuentro de personas sordas y de personas adictas, donde pasó mucho tiempo sintiendo y aprendiendo de la vida real.
Marder ve hacia atrás ahora, y con su película terminada piensa que puede ser un salvavidas para muchos allá afuera. Su mensaje parece confirmar que nada está garantizado (ni para bien ni para mal). Y tal vez, si todo lo que está pasando a nivel mundial nos lleva a encerrarnos en un cuarto, a pensar y a escribir, le abrimos la puerta a una terapia necesaria para aceptar la vida como viene. Los planes están bien, pero si algo prueba el hoy es que también se evaporan de un día para otro.
Y si se puede seguir caminando, se debe seguir caminando.
*Sound Of Metal está disponible en Prime Video de Amazon