Cultura
“Soy el pintor del volumen, no de las mujeres gordas”: Fernando Botero aclaró en vida el estilo de sus obras
A la edad de 91 años, falleció el símbolo artístico más grande que ha tenido Colombia, el maestro Fernando Botero.
Colombia amaneció de luto, luego de conocerse el fallecimiento a los 91 años del pintor y escultor Fernando Botero. Durante varias décadas, su obra le dio la vuelta al mundo, en especial por su particular estilo a la hora de plasmar a la gente, ya fuera en un cuadro o a través de una escultura.
En el común de las personas, se relacionan las obras de Botero con un estilo de personas gordas; en especial, con las mujeres. Hace cuatro años, Artika: Artists Books le hizo un homenaje al artista con la publicación del libro Las mujeres de Botero, el cual presenta dibujos inéditos y piezas únicas del colombiano.
Al ser consultado sobre su estilo artístico, Botero dijo: “Soy el pintor del volumen, no de las mujeres gordas”. Cada uno de los dibujos hacen parte de una compilación impresa con sumo cuidado y 50 de estas fueron seleccionadas exclusivamente por el artista como inéditas.
La obra busca que “los dibujos muestran múltiples figuras femeninas, todas ellas sugerentes, sensuales, intensas, llenas de vida y profundamente expresivas, con el sello inconfundible del maestro del volumen. Estos han sido impresos a cuatro tintas en láminas individuales y pegados al libro por tres puntos de cola”.
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Con respecto a las laminas, se utilizaron dos tipos de papel, uno de acuarela para los dibujos y otro artesanal para obras especiales. Entre las piezas, se destaca el uso de diferentes técnicas y métodos, como acuarela, lápiz, bistre o sanguina.
Para darle vida a este libro, el maestro Botero estuvo cinco años trabajando con la editorial Arkita. Para él, esta obra le permitió ahondar en el volumen y la representación que les hacía a las mujeres, siendo un concepto diferente al de “gordas”.
“La preocupación por el volumen prácticamente ha desaparecido en el arte contemporáneo. A partir de los impresionistas, la pintura se ha vuelto cada vez más plana y el volumen no interesó”, afirmó Botero en una entrevista con la editorial en el marco de la presentación del libro.
En aquella oportunidad, Botero señaló ser uno de los pocos artistas que todavía se interesaba en el volumen en su totalidad: “Eso es lo que ha sido la característica más fuerte de mi trabajo”.
Con respecto a la importancia del dibujo, señaló que este es uno de los pilares a la hora de conocer la calidad del artista; los trazos corresponden a la técnica. “Es la base de todo, sin saberlo, es muy difícil crear algo que sea realmente importante”, declaró.
Al ser cuestionado sobre la interpretación hecha por él respecto a las mujeres, el artista dijo que todos los pintores han tenido un deleite para ello, por lo que él quiso presentar su propio estilo.
“La gente piensa que yo soy el pintor de las mujeres gordas”, afirmó el artista, “no, yo soy el pintor del volumen. Me gustó muchísimo el resultado final (del libro). Es fantástico, es bastante completa sobre mi concepción del dibujo y lo mejor de mi trabajo”.
El legado de Botero es imborrable. Sus obras rompieron cualquier barrera existente, llegando hasta el otro extremo del planeta. Las principales plazas europeas tuvieron el honor de contemplar las esculturas emblemáticas del artista. Escoger una sola pieza es una tarea ardua, debido a que toda su obra es una misma esencia; una forma de ver el mundo, las cosas o las personas. Un estilo único incomprobable que, aunque su autor haya fallecido, será permanente en el tiempo.