Sura digitaliza su colección: nacen una biblioteca, un centro cultural y un imponente museo virtual

Casi abriendo la nueva página web dedicada a los proyectos y a las colecciones culturales del Grupo Sura, dice: “El cuidado de la calidad de vida y el desarrollo integral de los individuos y las comunidades son parte esencial de nuestro propósito. Eso nos ha llevado, naturalmente, a asumir el impulso a la cultura y a las artes como un compromiso imprescindible dentro de nuestra gestión empresarial”.

Dicho de otro modo, Sura -una compañía con negocios financieros y de salud en varios países- entiende que el bienestar y el desarrollo de los individuos está íntimamente ligado a la cultura, a la posibilidad de estar en constante contacto con la música, el teatro, los libros, las artes plásticas, y también con los distintos conocimientos que constituyen nuestra cosmovisión.

Desde hace 50 años “el arte y la cultura hacen parte del ADN de Sura”, dice Ricardo Jaramillo, CFO la compañía. Esta última tiene una de las colecciones de arte latinoamericano más importantes del mundo, una gran colección de publicaciones editoriales, y apoya proyectos culturales como el Hay Festival y el Teatro Metropolitan de Buenos Aires.

Ahora, todo ese acervo cultural está disponible al público de manera digital y gratuita.

En la página -que les tomó varios años construir- las personas encontrarán fotografías en alta calidad de las 1,028 obras de la colección Sura, con su respectiva reseña y una biografía del autor; todos los libros que ha ayudado a publicar la compañía (y cada vez que se elige uno, la página sugiere otros para seguir investigando); la agenda cultural que apoya, e información sobre sus aliados en temas culturales.

Se puede volver a oír la charla del Hay Festival entre Fernando Savater y Alejandro Gaviria (y vale la pena), ver los videos que resaltan las obras más destacadas de la colección, y los que explican ese ADN cultural de SURA y cómo las colecciones de arte y de literatura, y las iniciativas culturales fueron creciendo con la compañía.

“Esta página es como una especie de museo en constante movimiento”, dice Jaramillo, y añade: “llevamos 50 años estudiando la colección de la mano de expertos, y seguiremos haciéndolo. El sitio se irá enriqueciendo con información adicional: nuevas publicaciones, nuevos eventos, nuevas adquisiciones. No queda visto con una sola visita”.

El “museo digital” de Sura tiene un buscador por año, autor, estilo artístico, país...etc. Pero realmente vale la pena entrar sin afán y explorar la enorme cantidad de material disponible. Acercarse a las obras de David Alfaro Siqueiros, de Alejandro Obregón, de Frida Kahlo, de Diego Rivera, de Fernando Botero, de Enrique Grau, de Santiago Cárdenas, y leer la explicación de su relevancia para la colección y para el arte latinoamericano.

“Los dos bastiones de la colección de arte son Colombia y México,” cuenta Jaramillo, y explica que no hay que entender la compañía “como coleccionista de arte, sino como promotor de artistas, y de todo el ecosistema del mundo del arte: curadores, museos, galerías...etc. Tenemos obras de grandes nombres del arte latinoamericano, pero también de artistas emergentes”.

“Nuestro apoyo a la cultura lo hacemos de la mano de un comité cultural, conformado por expertos como el especialista en arte Carlos Arturo Fernández y el ex Ministro de Cultura y ex rector de EAFIT, Juan Luis Mejía. El comité nos ayuda a llevar la evolución de este camino que ha sido el apoyo a la cultura”.

A la pregunta bajo qué criterio escogen los proyectos culturales en los que se embarcan, Jaramillo responde que “lo más importante es tener un direccionamiento estratégico de lo que queremos ser.

Y a la pregunta de qué quieren ser, responden mejor con ejemplos: en medio de la crisis de 2020 la compañía contrató 3.000 personas y le aportó alrededor de 4.000 millones de pesos a unas 41 instituciones culturales que por razones de la pandemia tuvieron dificultades. Actualmente está desarrollando un proyecto para apoyar el arte urbano, porque “es un reflejo de la realidad social y política que estamos viviendo, y además nos parece relevante tener más conexión con los barrios y las comunidades, y apoyar los interesantes movimientos que de allí están surgiendo”, dice Jaramillo. “Esos movimientos son un catalizador importante de las dinámicas sociales que estamos viviendo”.

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