Crónicas de rock

The Offspring: una banda certificada que dejó una arrolladora descarga en el Movistar Arena de Bogotá

La agrupación de Huntington Beach repasó mucho de su memorable repertorio clásico y sumó algo de lo nuevo para grandes efectos. Las guitarras sonaron gigantes, como debían, y la gente no estuvo por debajo del reto o de la fiesta.

Alejandro Pérez Echeverry
24 de marzo de 2025, 4:16 p. m.
The Offspring / Movistar Bogotá Marzo 23, 2025
The Offspring, con Dexter Holland y Noodles a la cabeza, arrollaron al Movistar de Bogotá por 90 potentes minutos. | Foto: Math Valbuena

En la última noche de su gira latinoamericana, correspondiente el Supercharged Tour, la agrupación californiana The Offspring entregó en Bogotá 90 minutos de gigantes riffs, de canciones que en su mayoría han sonado por décadas y llevaron a su público al éxtasis (y de una que otra novedad, como “The Fall Guy” que no desentonó).

En su paso más reciente por Bogotá, el año pasado en el Estéreo Picnic, la banda había demostrado que si bien a Dexter la voz le da algo de guerra, nada frena el ímpetu de su música. Estos embajadores del punk rock noventero (que jamás se han estancado) suenan más que vigentes especialmente por el tremendo sonido y potencia de las guitarras de Noodles. Anoche, esa impresión quedó ratificada in extremis. Si Dexter no lo canta perfectamente, trata de todas formas y lo apoya la gente; y de todas maneras, la tromba musical es imparable.

The Offspring / Movistar Bogotá Marzo 23, 2025
Hay detalles que son bienvenidos cuando la música suena genial... Ahí es que se completa una fiesta. | Foto: Math Valbuena

Su huella es tal que en años consecutivos su gente fue a verlos con entusiasmo creciente. Todo lo que arrojó anoche The Offspring fue recibido por el público que desde pasadas las cinco de la tarde comenzó a llenar el auditorio capitalino y que vivió el evento como la fiesta que fue. Desde la tercera canción (”Want You Bad”) ya ofrecía confeti, y en el curso del recital sumó inflables geniales en el escenario, pirotecnia y pelotas de hule voladoras que el público. Y no es que estos detalles SEAN el concierto, pero son bienvenidos porque suman a la onda. No pasan desapercibidos cuando la música suena tan bien (cuando no es el caso, son una distracción).

La velada empezó con un calentamiento de DJ Rock, quien se encargó de poner música y elevar la expectativa de varios conciertos: el que a todos reunía este domingo 23 de marzo; el de Foreigner, del 5 de mayo, que emocionó tímidamente y el de System of a Down, el 24 de abril, que mueve altas pasiones.

Faltando 25 minutos para el toque, The Offspring ofreció su propia versión de la antelación conciertera, con distintos tipos de animaciones en la gran pantalla (Dexter y Noodles en estilo videojuego 8 bit se ven bastante bien). A estas las alternaron con una interesante trivia sobre la banda (a modo pregunta de múltiple respuesta) que dejó datos interesantes, como que el baterista original del banda es hoy un ginecólogo y que, al principio de su carrera, se hicieron llamar Manic Subsidal. Los muy seguidores seguramente tienen clara esa información, y ganan en el juego, y los que no, nos informamos. Gana-gana, y además plantearon un karaoke con “Take On Me” de A-ha, y nadie se resiste a eso.

Entonces, faltando cinco minutos tronó “Thunderstruck” de AC/DC, y en pantalla apareció este esqueleto (que muchos conocimos por primera vez en la carátula de Smash) supercargado de rayos y centellas azules, pidiéndole ruido al público. Al terminar el himno de los australianos, se desató la noche.

A escena salieron los dos líderes de la banda, secundados por geniales músicos en la batería, en el bajo, y en la guitarra y percusiones de apoyo. The Offspring impactó de entrada con dos temas de alto octanaje como lo son “All I Want” y “Come Out and Play”. La energía desde la platea fue notable, y las tribunas abarrotadas también derrocharon intensidad (y emociona de verdad cuando el artista le pide a las tribunas reacción y estas rugen para avergonzar a la planea, y lo logran).

A lo largo de hora y media, los de Huntington Beach tocaron un paneo de sus enormes canciones, especialmente de discos como Smash y Americana (de los cuales tocaron cuatro temas); cubriendo sonidos de todas sus etapas y en todos sus tonos, porque The Offspring tiene algo de fiesta, de ligereza (”Why Don’t You Get a Job?”, “Original Prankster”), pero también de furia juvenil embotellada que estalla al salir.

The Offspring / Movistar Bogotá Marzo 23, 2025
A Noodles no se le incluye entre los dioses de la guitarra, pero a nadie la importa, porque en vivo suena como uno. | Foto: Math Valbuena

Durante el desarrollo, entre Dexter y Noodles brota una dinámica parecida a la de dos viejos comediantes. Se hablan entre ellos, le hablan a la gente, se sacan chistes y se molestan, se animan el uno al otro... Ambos son muy entusiastas en escena, dejando rodar su guion.

Especialmente, el guitarrista brilla por un hiperbólico optimismo que soporta tocando maravillosamente. Noodles tuvo su momento para dejar respirar a Holland y demostrar sus gustos. Secundado por la banda, ofreció un pequeño repertorio rockero de poder, con apartes de ”Smoke on the Water” de Deep Purple, “Iron Man” de Black Sabbath, “Detroit Rock City” de Kiss. Por último, lanzó el cover rockero de “In the Hall of the Mountain King” de Edvard Grieg y “Blitzkrieg Bop” de The Ramones, que obviamente generó gran respuesta en los congregados.

The Offspring / Movistar Bogotá Marzo 23, 2025
Todd Morse amagó con Seven Nation Army, y luego, desde sus cuatro cuerdas, empezó la impactante "Bad Habit". | Foto: Math Valbuena

Y desde el bajo se sugirió el riff de “Seven Nation Army”, y apenas la gente cantó, cambió hermosamente a “Bad Habit”. A esa increíble descarga, que se va construyendo atmosféricamente desde las cuatro cuerdas, que explota en sus versos y en sus coros (y que en vivo se deja respirar en varias fases), la siguieron con otra gran canción como “Gotta Get Away”.

La última fase de la noche incluyó canciones como “Pretty Fly (for a White Guy)”, que no a todos les puede gustar en su coro, pero que en el puente tiene una de las progresiones más divertidas que existe y que en vivo suena fantástica. En esta tuvo lugar una pequeña rabieta de Dexter, quien pidió al público respuesta en un momento en el que tomaba algo de aire.

The Offspring / Movistar Bogotá Marzo 23, 2025
Dexter Holland es un ícono, y a pesar de un pequeña rabieta se fue agradecido por la reciprocidad de un público entregado. | Foto: Math Valbuena

En su defensa, Dexter es una figura absoluta del rock que en el concierto se acercó al público y supo reconocer muchos momentos en la noche en los que la gente desplegó todo. Porque lo hizo. La energía en el aire no fue carreta, no fue libreto. Y por eso terminó todo tan bien como terminó. Sonó “The Kids Aren’t Alright”, desatando de nuevo una euforia total, con la gente coreando con la guitarra, dejando la experiencia en un punto elevadísimo.

Luego de la pequeña pausa, de ese clásico amague de despedida, The Offspring volvieron tocando “You’re Gonna Go Far, Kid”. Cerraron su poderoso retorno a Bogotá y su gira suramericana con la canción que los llevó al planeta entero, “Self Esteem”. Y como la noche entera, fue genial, porque con ciertas agrupaciones, no puede ser de otra manera.