Cuando el artista Thomas Suriya vio la pared de un edificio en la esquina de la calle Wilcox en el corazón de Hollywood, supo enseguida que había encontrado su lienzo. La única clase de arte que se había mantenido durante largo tiempo en esa área era el graffitti. Teniendo en cuenta eso, Suriya comenzó su trabajo. Lo primero que hizo fue buscar al propietario de la pared y conseguir el permiso para hacer el mural.Este artista californiano tuvo suerte. Los propietarios del edificio, el señor y la señora Eli Attie, opinaron que era una espléndida idea. De hecho, ellos recientemente arrendaron el piso superior del edificio para una nueva galería de arte. Además, el Departamento Cultural de Los Angeles estaba ansioso por arreglar el área con motivo de la realización de las Olimpiadas de 1984. El mural cayó como anillo al dedo, pues no era cualquier mural sino uno dedicado especialmente a las estrellas de Hollywood.Cuando Suriya comenzó su mural el cinco de junio de 1983, era visto por los transeúntes como otro artista loco subido en un andamio. Pero cuando empezó a tomar forma, los comerciantes y espectadores de Hollywood se dieron cuenta de su potencial y comenzaron a apoyarlo. "He comido gratis la mayor cantidad de hamburguesas, perros calientes y burritos de toda mi vida. Hasta le he perdido el gusto a la Cocacola de tanta que he tomado en estos días. Pero esto me ha mantenido de pie", dice Suriya. "He tratado de pintar las caras más conocidas del mundo, tanto de vivos como de muertos. El resultado fue de cerca de cincuenta rostros diferentes". Entre ellos se encuentran Jane Fonda, Woody Allen, Elizabeth Taylor, Sophia Loren, Joan Crawford, Humphrey Bogart y Rudolph Valentino, por solo nombrar algunos.El mural fue terminado hace poco e inaugurado con una pomposa ceremonia en la que participaron las autoridades de la ciudad, los propietarios del edificio y algunos de los comerciantes que apoyaron a Suriya. Al final, Suriya fue interrogado sobre la clase de arte que quiso hacer, y él con un poco de verguenza respondió: "Ninguno. Yo soy un geólogo de profesión.".