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40 años de trabajo se esconden tras "El misterio del tiempo", un libro de Joaquín Vallejo Arbeláez
Es claro que Joaquín Vallejo Arbeláez con su libro "El misterio "del tiempo" no aporta--ni se lo ha propuesto-ninguna solución a los complejos problemas que una indagación acerca de la naturaleza del tiempo plantea. Es quizá con Bergson con quien culmina en nuestro siglo toda investigación sistemática acerca de un problema que es consubstancial al hombre, el problema del tiempo.
No hay ciencia, ni religión, ni filosofía en que íntimamente no palpite el problema del tiempo. A todos concierne y a todo, y sin embargo nuestra atención en su estudio jamás nos ha detenido; en el fondo de la superficie de los años es un misterio inalterable.
Los filósofos lo han sabido y los poetas también y toda aproximación a esa trama esencial del mundo se reduce a simples hipótesis. Se puede describir su efecto sobre los seres y sobre la marcha de la historia, se puede medir su duración y calificar sus cualidades--tiempo real, tiempo psicológico, etc.--, se puede trazar su historia en el pensamiento humano --como lo ha hecho Joaquín Vallejo en su libro--, pero su indagación filosófica está sujeta a simples conjeturas. Todo indica que un tema de semejantes implicaciones metafísicas es un tema crítico reservado a los especialistas. Lo que ha intentado Joaquín Vallejo Arbeláez es una búsqueda que lo ha arrastrado a muy diversos campos. De ahí que su obra trence en diversos lazos una red múltiple de relaciones con la vida y con el cosmos. El tiempo en la literatura, el tiempo psicológico, el esotérico, el biológico, el físico y el matemático; la evolución, el tiempo en las religiones, en la filosofía y el lenguaje, son los temas capitales que Joaquín Vallejo aborda con enorme cautela. La madurez de su escrito es una garantía de su rigor y de su seriedad; no se trata de una simple obra de divulgación temática, ni del lanzamiento de una teoría personal. Tras este libro hay cuarenta años de estudio. Y quizás por esto tenga la contextura de las obras sólidas, mayores, decantadas a través de años de meditación y estudio. Su exposición resulta ser un riguroso compendio de cuanto ha abarcado con su exámen este ensayista y filósofo al margen de la academia, más conocido hasta ahora como hombre de Estado. Ante un fenómeno tan complejo y dilatado el libro de Joaquín Vallejo Arbeláez resulta crucial, no porque anuncie nuevas aportaciones filosóficas, sino porque ha ido tan lejos como puede ir alguien quien pretende abarcar tan universalmente el tema del tiempo. Joaquín Vallejo a lo largo y a lo ancho de su estudio demuestra que domina su materia y además expone con una claridad elegante y con el estilo de un eminente ensayista. -
Enrique Pulecio Mariño -