Tintín protagoniza una exhibición artística sobre la preservación, el cuidado y el respeto a la naturaleza

El más reciente trabajo del paisa Gabriel Ortega entrelaza a dos protagonistas que tienen mucho en común pero a quienes poco se les menciona juntos: Tintín y Alexander von Humboldt. Ambos están en el centro de esta exposición de más de 35 obras (entre pinturas, esculturas, tapices y porcelanas) que, hasta el 27 de noviembre, se presenta en la galería Baobab, en la Calle de los Anticuarios de la capital.

Desde el nombre mismo de la muestra, Ortega la dedica al geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista, geólogo, botánico, y explorador de origen alemán, que dejó un legado crucial para la humanidad… Pero, a la vez, es Tintín quien tiene el foco de atención: el icónico personaje de ingenuidad y de humor.

“Cada acción sobre la naturaleza, por pequeña que sea, afectará el ecosistema global, como se ve reflejado en la erosión y el cambio climático. El hombre, con su poder constructor o destructor –en la mayoría de los casos–, puede interferir, destruir o ser un agente de cambio. Así, cualquier acción afectará el planeta que se dejará a las próximas generaciones”, dice el artista, que le da la razón a Humboldt, en cuanto a la conciencia que deben tener los seres humanos en relación a estos temas.

La exposición se realizó en conjunto con un nutrido grupo de artistas, quienes fusionaron su trabajo con las obras de Ortega: Óscar Arcila, Liliana Jaramillo, Juliana Bernal, Fidel Causil, Daniel Estrada, Alejandro Frieri, José F. González, Richard Moncada, Clara Mejía, Verónica Muñoz, Giovanni Motta, Daniel Mona, Juanita Martínez, Felipe Posada, Marta Turbay, Rubén Terán, Vavel Atelier Estudio y Efraín Zúñiga. Todos, al igual que Ortega, comparten su misma perspectiva en relación a los temas urgentes medioambientales. Recuerdan en particular esta frase atribuida a Humboldt: “Si el hombre fuera a la luna, allá también haría estragos”.