“Todo esto era nuestro”: Una ruptura amorosa desde una percepción voyerista

Mónica y Luisa son una de aquellas parejas duraderas que ya viven juntas, que son prácticamente una familia ya formada con un gato abordo. Pero algo no funciona. El tiempo ha hecho de su relación un vaivén casi imposible de controlar. ¿Será la monotonía, serán los errores del pasado o que simplemente estas dos personas dejaron de amarse? Un porqué está bajo la perspectiva del lector de Todo esto era nuestro de Editorial Planeta, la primera novela gráfica de la ilustradora bogotana Paula Carvajal, más conocida como Pautipeep.

Carvajal comenzó a escribir historias desde los quince años y, aunque no supiera dibujar en ese entonces, quiso darle vida a los personajes que inundaban sus historias. Y estos son quienes ahora protagonizan su Instagram.

Artistas como Rebecca Sugar, la creadora de Steven Universe; Julia Pott quien comenzó haciendo videos en Youtube y ahora trabaja con Cartoon Network; la ilustradora digital holandesa Loish, y sobre todo artistas de webcomic como Yuumei, fueron quienes le mostraron “el mundo precioso de la gente que hace cosas en internet”.

Así fue como la autora empezó a publicar personajes en Instagram, a quienes poco a poco dio a conocer desde su personalidad y sus historias. Estos personajes, llenos de historias tan reales y de sentimientos tan humanos, conectaron rápidamente con el público.

“Yo soy tímida y estaba como dentro del closet en ese momento, todo lo hacía a escondidas de mi familia y mis amigos. Entonces, era tener este extraño secreto, andar en plan ‘Oh, tengo 10.000 seguidores pero por favor no vean nada’. Fue raro tener dos personalidades al principio y también lo ha sido mezclarlas. Ahora soy mucho más abierta con mi trabajo”, dice la ilustradora.

Su Instagram ya cuenta con 113.000 seguidores que esperan con ansias las actualizaciones de sus personajes. Y en sus relatos visuales sus temas recurrentes son el amor, las relaciones de pareja, el descubrimiento de la identidad, la sexualidad y la lucha con su salud mental.

“Todo esto era nuestro” se comenzó a cocinar el año pasado, durante el aislamiento obligatorio. Carvajal lo recuerda como un tiempo difícil, pues aparte de estar encerrada también trabajaba en el libro. Fue una época de presión propia, pero también de aprendizaje personal y profesional. Con el tiempo, logró controlar sus ritmos de trabajo sin castigarse.

A nivel personal, su contacto con el mundo exterior era casi nulo. Solo se relacionaba con su pareja de aquel momento y, para cuando terminaron su relación, el proyecto ya había comenzado. “Fue bonito reencontrarme con mi soledad. Busqué mi propio espacio, un apartamento que redecoro constantemente. Y siento que si la pandemia no hubiera sucedido, no hubieran explotado muchas cosas que necesitaban estallar y cambiar”.

Su novela gráfica narra el momento específico de la vida de nuevos personajes, nunca antes vistos en Instagram. “Instagram es un espacio tan grande, tan formado que quería salir un poco de eso”, nos cuenta. Junto a su editor (quien desconoce la fama que tiene la autora en la web) trabajaron en varias ideas para desarrollar la historia final.

El libro narra la historia de una pareja que está terminando su relación, una situación que han vivido la mayoría de parejas, pero la autora le da su giro al contar la historia desde afuera, desde una ventana. Así, lo ajeno visto desde una perspectiva voyerista se une también con el espacio más íntimo de la pareja, su cama.

Desde esos dos cuadros es visible la lucha de una relación que tambalea pero vuelve a tener fuerza. También tiene su espacio la lucha por la estabilidad emocional y el desgaste de una pareja en donde uno de ellos sufre de depresión.

Para Carvajal este no es un tema menor en su trabajo; le es importante visibilizar el tema de la salud mental en las relaciones pues muchas de sus relaciones se terminaron afectadas por cuenta de ese factor.

Este libro, tal como su vida durante la pandemia, inició de una forma caótica y desesperanzadora, pero el tiempo fue transformando esa perspectiva. “Todo esto era nuestro” fue una catarsis para la autora, le dejó lecciones y experiencias que plasmó en la historia y que espera que sean de utilidad a sus lectores.

Y, a diferencia de las publicadas en Instagram, esta historia tiene un final. No obstante, puede que estos personajes pasen a la web y allá cobren vida propia. “No haré una segunda parte. Esta es la historia que quería contar”.

Todo esto era nuestro ya está disponible en las principales librerías del país.