LETRAS

Un ‘thriller’ nazi: matar a medio millón de personas, vivir con lujos, y morir escapando

Especialista en la Segunda Guerra Mundial y en derechos humanos, Philippe Sands disecciona una familia nazi en su más reciente trabajo Rutas de escape. El invitado al Hay Festival habló con SEMANA sobre la importancia de decirle genocidio al genocidio.

23 de enero de 2021
La llegada de los nazis a Austria en 1938 fue el comienzo de una etapa próspera para Otto Wächter. PEro cuando el nazismo comenzó a caer, su final no fue tan positivo.

Al anunciar que el Hay Festival contaría con una impresionante parrilla de invitados en 2021, pese a la pandemia, su directora internacional Cristina Fuentes La Roche invitó a mantener el apoyo a la cultura y al pensamiento. No es un llamado menor en tiempos en los que la pandemia ha forzado a la humanidad a repensar su manera de habitar el mundo y a reconsiderar su impacto en el prójimo.

En esta edición digital, el Hay Festival propone 130 eventos en los que participarán figuras de renombre como Isabel Allende, Emmanuel Carrère, Leonardo Padura, Thomas Piketty, Fernando Savater, Peter Singer, Brigitte Baptiste, Rubén Blades, Michael Sandel, Marjane Satrapi, Joe Sacco, así como autores fascinantes cuyas obras son menos vitoreadas (vea abajo la lista de algunos de los eventos recomendados).

Entre estas se encuentra el británico Philippe Sands, quien luego de dejar huella con “Calle Este-Oeste” presenta “Ruta de escape” (este 30 de enero a las doce del mediodía, en charla con Juan Gabriel Vásquez). El libro narra la vida familiar de un alto funcionario nazi por medio de cientos de cartas que intercambió con su esposa y de los diarios de esta última.

El relato revela las contradicciones del carácter humano y, a la vez, es un thriller que investiga las extrañas circunstancias en que murió Otto Wächter en 1949, al escapar de las autoridades que lo buscaban por crímenes de lesa humanidad.

Philippe Sands

SEMANA: “Calle Este-Oeste” cuenta la historia de su abuelo y de los abogados (Lauterpacht y Lemkin) que inventaron los términos ‘genocidio’ y ‘crímenes de lesa humanidad’ en el juicio de Núremberg. ¿Por qué fue importante haber nombrado esos crímenes?

PHILIPPE SANDS: No solo le pusieron nombre, inventaron dos crímenes que no existían en 1945. La revolución de Lauterpacht y Lemkin, y de muchos Gobiernos, incluido el colombiano, que apoyó la iniciativa, fue decir: no más. Un Gobierno o el líder de un país no puede desaparecer a sus ciudadanos, torturarlos y matarlos. Estos últimos tienen derechos. Tienen derechos como individuos y como miembros de un grupo. Hace 75 años se estableció que el poder de un Estado o de un rey no es ilimitado. El individuo tiene derechos, el grupo tiene derechos.

SEMANA: Cuéntenos sobre “Ruta de escape”.

P.S.: Es la historia de Otto Wächter y de su familia. Nació en 1901. Fue abogado, nazi y antisemita. Se casó con Charlotte Bleckmann. En 1934 estuvo involucrado en un golpe de Estado que fracasó. Huyó a Berlín, y regresó triunfante a Austria en 1938. A partir de ahí, ocupó importantes cargos en Viena, Cracovia y Lemberg, y estuvo involucrado en masacres contra judíos y polacos. En 1945 fue buscado por esos crímenes. Logró escapar y durante cuatro años desapareció de la faz de la tierra. Hace diez años conocí a su hijo Horst. Él me entregó el archivo familiar, y pude reconstruir la historia de amor de sus padres y descubrir cómo murió Otto en 1949.

SEMANA: ¿Cómo fue su proceso de investigación?

P.S.: Teníamos cerca de 8.700 páginas de cartas, diarios y fotografías en alemán, 99 por ciento de ellas escritas a mano. Las transcribimos, digitalizamos y tradujimos. Luego buscamos patrones de comportamiento e información interesante. Tardamos cuatro años. Lo más relevante de esta historia es la esposa. No se sabía lo que hacían las esposas de los nazis, y en el archivo encontramos todos los detalles de la pareja.

SEMANA: ¿Habló alguna vez con Horst del antisemitismo de su madre?

P.S.: Sí, y se sintió muy incómodo. Su esposa me susurraba al oído: “Charlotte fue nazi hasta el día de su muerte en 1985”.

Ese es el misterio de la existencia humana: ¿cómo es posible que personas decentes, inteligentes, educadas y cultas como Otto y Charlotte Wächter hagan lo que hicieron?

SEMANA: Usted nunca se refiere a Otto Wächter o Hans Franck como monstruos. ¿Por qué?

P.S.: No eran solo eso. En la correspondencia de Otto se ve que era generoso, cálido, divertido, afectuoso. Todos hacemos cosas buenas y malas. Ese es el misterio de la existencia humana: ¿cómo es posible que personas decentes, inteligentes, educadas y cultas como Otto y Charlotte Wächter hagan lo que hicieron?

SEMANA: ¿Por qué ha expresado distancia del concepto de banalidad del mal que inventó Hannah Arendt?

P.S.: No estoy en desacuerdo con su tesis. La banalidad del mal existe. Es hacer cosas terribles sin pensar en lo que se está haciendo; convertir el horror en una mera rutina. Pero en el caso de Otto y Charlotte Wächter, el mal que hicieron no es banal porque eligieron hacerlo. En 1942, Wächter está trabajando en Lemberg y recibe una visita de Heinrich Himmler. En Berlín había dudas de que Wächter estuviera dispuesto a matar medio millón de judíos y polacos, y Himmler fue a preguntarle si preferiría que lo pusieran en un escritorio en Viena. Wächter le dice que no. Elige exterminar medio millón de personas.

SEMANA: Una teoría sobre por qué la gente comete crímenes así es que no ven a sus víctimas como humanos.

P.S.: He investigado crímenes de lesa humanidad en Ruanda, Yugoslavia, Argentina, Chile, Congo, y siempre es lo mismo: los involucrados en la matanza no creen que sus víctimas sean dignas de ser protegidas. La mente construye narrativas que les permiten cometer crímenes de ese tipo, es sorprendente.

SEMANA: Horst es hijo de quien mató a la familia de su abuelo. Pensando en Colombia, que comienza un proceso de reconciliación, ¿qué prueba su relación?

P.S.: Aclaro que no podría relacionarme con Otto Wächter como lo hago con Horst. Este último no es responsable de los crímenes de su padre; sí de su lectura de los hechos. Con él me relaciono con cautela. No me emociono y trato de ser generoso, incluso cuando dice cosas con las que estoy en desacuerdo. Para entablar una relación es necesario un reconocimiento de lo sucedido. Horst no reconoce la culpabilidad de su padre, y me molesta. Reconoce que se cometieron crímenes de lesa humanidad y que su padre estuvo presente, pero no más. Él no es nacionasocialista, no niega el holocausto y no es antisemita. Es un hombre traumatizado, su mundo se destruyó cuando tenía 6 años, y busca ver lo bueno de su padre por el amor que le tiene a su madre. En ese sentido, es honorable.

Los imperdibles del hay 2021

Los eventos son gratuitos, pero debe reservar su cupo en la página oficial para recibir el correo de confirmación. Si no logra su entrada, la charla estará disponible hasta el 14 de febrero libre de costo.

25 de enero

Emmanuel Carrère en conversación con Juan Gabriel Vásquez 10:30h-11:30h

Ken Follett en conversación con Andrea Bernal 14:00h-15:00h

26 de enero

LASTESIS en conversación con Carolina Robino 12:00h-13:00h

27 de enero

Thomas Piketty en conversación con Ricardo Ávila 12:00h-13:00h

28 de enero

Isabel Allende en conversación con Jan Martínez Ahrens 18:30h-19:30h

Carlos Vives en conversación con Juan Gossaín, y concierto 20:30h-21:30h

29 de enero

Leonardo Padura en conversación con Mábel Lara 20:30h-21:30h

30 de enero

Fernando Savater en conversación con Alejandro Gaviria 13:30h-14:30h

Javier Bardem en conversación con Luis Alegre 15h-16h

31 de enero

Paul Auster en conversación con Marta Orrantia 15:00h-16:00h

Rubén Blades en conversación con Mábel Lara 20:30-21:30

Bernardine Evaristo en conversación con Pilar Quintana - 10:30h-11:30