Valerian y la ciudad de los mil planetas

Título original: Valerian and the City of a Thousand Planets

Año: 2017

País: Francia

Director: Luc Besson

Guion: Luc Besson a partir de la serie de cómics de Pierre Christin y Jean-Claude Mézières

Actores: Dane DeHaan y Cara Delevingne

Duración: 137 min

El director y productor francés Luc Besson lleva décadas trabajando por un cine europeo que le haga competencia a lo más espectacular de Hollywood. Como fundador del estudio EuropaCorp está detrás de El transportador y Taken, esa serie de películas difíciles de distinguir entre sí, en las que autos deportivos conducidos por tipos sin cuello hacen correr a los pobres turistas que, inocentemente, se toman un café en alguna plaza centenaria.

A comienzos de este año el Hollywood Reporter anunciaba que el futuro del estudio dependía no de estas persecuciones desenfrenadas, sino de este filme de 200 millones de dólares, el más caro hecha por fuera de Estados Unidos, que Besson dirigió, produjo y adaptó de una serie de cómics.

Se trata de una película al mismo tiempo ambiciosa y genérica. Ambiciosa porque tiene unos paisajes espectaculares (en buena parte creados en 3D) y por su presupuesto exorbitado, y genérica porque, con un guion esquemático y unas actuaciones desganadas, parece la clase de cinta que Hollywood producía hace un par de décadas, cuando no había refinado aún esa fórmula aparentemente infalible que balancea espectáculo, calidez y sentido del humor, y que uno puede ver, por ejemplo, en la serie de Guardianes de la galaxia.

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Comienza bien, en una estación espacial en la que criaturas de distintas razas y especies llegan para formar parte de una gran colonia nómada e interplanetaria, estrechándose la mano a veces cálida y otras veces pegajosamente como señal de amistad.

Pero cuando entra en escena Valerian (Dane DeHaan), lo mecánico de todo el asunto comienza a hacerse evidente. El protagonista es un oficial en un imperio interplanetario encargado de misiones riesgosas junto a Laureline, una chica rubia, muy flaca y de ojos grandes (la modelo Cara Delevingne) con la que tiene una relación conflictiva: él le asegura su amor, y ella, una y otra vez, se ríe, señalando su fama de mujeriego y dudando de su fidelidad y capacidad de compromiso.

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Es un antagonismo leve, que no transmite ninguna calidez, ningún sentido de conección entre Valerian y Laureline, en parte por la gestualidad acartonada de los actores, pero también por un guion más interesado en saltar entre escenarios diversos que en examinar la posible conexión entre dos personas.

La mayoría de la trama tiene que ver con una zona oscura en medio de este collage de culturas que flotan en el espacio, que es acusada por el comando central de albergar posibles terroristas. En su intento por ‘hollywoodizar’ el cine europeo, Besson toma algunos de sus temas recurrentes del modelo estadounidense: desconfianza en la autoridad y una reivindicación tibia y sin rabia de culturas explotadas.

Pero los héroes que hacen esta reivindicación son blanquísimos, y la cultura reivindicada no resulta ser más que uno de esos sueños de gente dócil, primitiva, pacífica y dulce que existen no tanto en sí mismos –con su humanidad, es decir, con sus complejidades y contradicciones–, sino como un ejercicio de una imaginación culposa y pobre.

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CARTELERA

Amazona

***

Documental de Clare Weiskopf que hace un retrato penetrante sobre la relación entre la realizadora y su madre, una mujer ferozmente independiente.

Amor.com **

Comedia romántica francesa acerca de un anciano (el legendario Pierre Richard) que se hace pasar por otro en un sitio de citas virtuales.

Annabelle 3 **

Esta película de terror detalla el origen de la muñeca más poseída de la historia.

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Película que adapta y condensa ocho novelas de Stephen King, situadas en varios mundos interconectados.