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Las críticas de Vargas Llosa al periodismo actual
Tras recibir el Premio Don Quijote de Periodismo, el escritor hizo un diagnóstico del oficio en la actualidad.
El nobel de literatura Mario Vargas Llosa, que fue galardonado este martes con el XII Premio Don Quijote de Periodismo por un artículo sobre Cusco publicado en el diario español El País en 2015, consideró, entre otras cosas, que el periodismo “ha perdido la seriedad y la influencia que tenía”.
Para Vargas Llosa, el periodismo es tan importante como la literatura: “Comencé al mismo tiempo mi vocación de escritor como a trabajar en el periodismo, cuando todavía estaba en el colegio”, dijo a Efe.
Aseguró que el mayor cambio que ha sufrido la profesión es que se ha “banalizado” mucho y “se ha convertido en una forma de entretenimiento y diversión”.
“Hoy existe una gran tecnología avanzada -argumentó el escritor-, pero por otra parte se ha perdido mucho. Antes lo que decían los periódicos era una verdad que se acataba y era uno de los grandes instrumentos de la cultura con el que se contaba”.
“Hoy, salvo excepciones de una minoría que se interesa por el periodismo de investigación o de opinión, el periodismo es un instrumento de diversión”, subrayó el autor de La fiesta del chivo.
Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) obtuvo el Don Quijote de Periodismo, que patrocina la empresa pública española Tragsa, un premio que falló el mismo jurado que concede los Premios Rey de España, que convocan anualmente la Agencia EFE y la Agencia Española de Cooperación Internacional, del Ministerio de Asuntos Exteriores.
De esta manera, se reconoce la labor de los profesionales del periodismo de la comunidad iberoamericana.
El articulo del escritor premiado hoy reivindica el mestizaje entre la cultura andina y la hispana y se compara la convivencia en Cusco (sureste del Perú) del quechua puro con un español elegante.
“Ha sido una sorpresa muy grata; escribí el artículo hace un año justo con motivo de un viaje al Cusco y en él decía que la gente hablaba un español lleno de toques arcaicos. Es muy bonito oirlo, porque revives lo que debió ser el español de la colonia de hace tres o cuatro siglos. Es una manera de hablar muy elegante, con frases largas y ampulosas”, advierte.
“Es un viejo español que se ha conservado en el Cusco, sobre todo, por un sector social que se ufana mucho de esa manera de hablar; y algunos viejos cusqueños utilizan el vos”, continúa.
“Cusco es muy bonito, y a cualquier español le tiene que conmover mucho porque la ciudad incaica sirvió de base a la ciudad colonial, y fueron todos los edificios y monumentos incaicos los que dan la estructura a lo que fue la ciudad antigua”, señaló.
“Salvo por Sociales -sostuvo-, he pasado por todas las secciones de un periódico. También hice periodismo radial y televisivo en una época. Siempre me ha gustado mucho el periodismo, porque ha sido una manera de estar vinculado a la historia que se va haciendo, a mi tiempo. Nunca me ha gustado la idea del escritor que se encierra con sus fantasmas y corta con la realidad circundante”.
Para este novelista, dramaturgo y ensayista, el periodismo, el trabajo de la actualidad, es “una manera de estar al día, de intervenir, criticar, elogiar y participar en el debate público”, además de una de las fuentes “más ricas” que ha tenido para alimentar su trabajo literario.
Vargas Llosa, que esta semana participa en el homenaje a la agente literaria Carmen Balcells en Barcelona, ha comenzado el año pletórico de actividad: en marzo saca nueva novela, Las cinco esquinas, y también ese mes llegará a las librerías el primer volumen de parte de sus obras publicado en La Pléiade, la legendaria colección francesa que reúne el canon de la literatura universal.
“Sí, va a ser un año intenso”, reconoció el escritor, para quien estar en la Pléiade ha supuesto una de las mejores noticias que haya podido recibir.
Con información de EFE.