La vida no es fácil, pero vivirla es un regalo de Dios del que cada día podemos aprender algo nuevo por más compleja que sea el reto que se está enfrentando. Cada quien tiene un destino y un propósito marcado por el Señor en este plano terrenal.

Cuando las cosas están bien, se vive con plenitud y felicidad y es en estos momentos cuando hay que dar las gracias por lo que se tiene y por cada mañana. Sin embargo, cuando llegan los malos momentos, es cuando se pone a prueba la fuerza, resistencia y la sabiduría para poder afrontarlos.

Cuando el panorama oscurece es cuando más hay que aferrarse a la fe, pues es en estos casos en los que las personas se pueden desviar del camino, tomar malas decisiones e incluso pensar en rendirse ante las adversidades.

Biblia para momentos difíciles. | Foto: Getty Images

El temor, la incertidumbre o las tentaciones pueden ser agobiantes, debido a que no se sabe cómo lidiar con ellas. Es aquí cuando se debe hacer un alto en el camino, buscar a Dios, saber que nunca se está solo y que si lo buscan Él aparecerá para cuidar y salvar a quienes estén en peligro.

Para hablar con el Señor se puede hacer a través de un diálogo intimo, de oraciones o de los textos bíblicos. En estos aparecen relatos que pueden hacer que las personas se identifiquen o encuentren ese aliento que necesitan para afrontar la compleja situación que están atravesando.

Leer la Biblia puede ser reconfortante para los creyentes. | Foto: Getty Images

Versículos de la Biblia para leer en momentos difíciles

Isaías 41:10

“Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”.

Salmo 56:3-4

“Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza. Confío en Dios y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?”.

2 Timoteo 1:7

“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

Salmo 119:25-26

“Postrado estoy en el polvo; dame vida conforme a tu palabra. Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos”.

Los versículos se deben hacer con fe. | Foto: SHSPhotography

Salmo 55:16-18

“Pero yo clamaré a Dios, y el Señor me salvará. Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha. Aunque son muchos los que me combaten, él me rescata, me salva la vida en la batalla que se libra contra mí”.

Romanos 8:38-39

“Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte ni la vida ni ángeles ni principados ni lo presente ni lo porvenir ni poderes ni lo alto ni lo profundo ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro”.

Salmo 126:5-6

“El que con lágrimas siembra, con regocijo cosecha. El que llorando esparce la semilla, cantando recoge sus gavillas”.

Isaías 40:26

“Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas!”