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Vinterberg busca el Óscar con una oscura comedia sobre el alcohol
Por una delgada línea entre la comedia y las sombras, “Another Round” avanza sobre el pacto de cuatro maestros daneses cansados del mundo que pasan los días borrachos en un “experimento” poco científico. La cinta fue motivada por una dura pérdida familiar. Esta es la historia.
El director Thomas Vinterberg escribió su guión, originalmente una obra de teatro, al darse cuenta de que muchas de las grandes hazañas de la historia mundial fueron realizadas por personas regularmente intoxicadas con alcohol, la misma sustancia que puede destrozar vidas y familias.
Pero a los cuatro días del inicio del rodaje, la hija de Vinterberg murió en un accidente automovilístico.
Como pudo, el realizador consiguió terminar esta película excepcionalmente divertida, tierna y trágica, que le ha valido una rara nominación al Oscar como mejor director.
“La película siempre estuvo destinada a reafirmar la vida y estar llena de amor, y hasta cierto punto... cruda”, dijo Vinterberg en una entrevista a través de Zoom.
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“Pero la tragedia que ocurrió en mi vida nos dejó a todos indefensos y abiertos”, señaló.
El papel de los profesores está encarnado por cuatro de los amigos cercanos y colaboradores de Vinterberg, incluido el exvillano de 007 Mads Mikkelsen, quienes pasaron el rodaje haciendo “todo lo que pudieron” para hacerlo reír en estas circunstancias, contó el director.
“Había tanto amor en el set, y creo que se puede ver en la pantalla”, contó Vinterberg, cuya obra es una de las favoritas para llevarse a casa el Óscar a la mejor película internacional el domingo.
Si bien el film aborda claramente el tema del alcohol, también se trata de “vivir inspirado, de olvidarse de uno mismo, de ser curioso y estar en el momento y todo lo que conlleva el beber”.
Esos elementos de afirmación de la vida se inspiraron en su fallecida hija Ida, quien debía interpretar a la hija de Mikkelsen, y cuyos amigos de la vida real interpretan a compañeros de clase en una competencia de bebida entre adolescentes alrededor de un lago.
“Hay un grupo alarmante de personas y países que se conectaron con esto de la bebida”, bromeó Vinterberg.
“Sí, beben de manera diferente en California, ponen la botella en una bolsa [de papel], mientras que en Dinamarca, los adolescentes corren por las calles con las botellas a la vista”, dijo.
“Pero parece que la película se conecta a un nivel diferente y, con suerte, logramos elevar este film... a uno sobre algo más”.
“Mi propio jardín”
El humor no siempre se ha asociado con este director, quien cofundó el movimiento cinematográfico ascético de vanguardia Dogma 95 con Lars Von Trier, y dirigió películas que abordan temas como el abuso infantil, como “The Celebration” y “The Hunt”.
Pero Vinterberg, de 51 años, ha desafiado a menudo las categorizaciones.
El famoso “manifiesto” de Dogma 95, que imponía estrictos límites naturalistas a los directores, era siempre mitad en serio, mitad irónico.
Y aunque ya ha incursionado en Hollywood -por ejemplo, con “Lejos del mundanal ruido” en 2015, protagonizada por Carey Mulligan, también nominada al un Óscar-, sus películas más aclamadas son a menudo las más danesas y locales.
“Parece que es cuando excavo en mi propio jardín cuando la gente realmente se interesa, también en el extranjero”, dijo.
Los temas universales de “Another Round” pueden explicar en parte cómo Vinterberg se metió entre los aspirantes al Óscar al mejor director por una película en idioma no inglés (“Minari” del también nominado Lee Isaac Chung está en coreano e inglés).
“Los placeres del alcohol, pero también el lado destructivo de beber, han existido durante miles de años, casi en todas las culturas”, explicó Vinterberg.
El director sirvió alcohol a su elenco durante los ensayos, y vieron videos de YouTube rusos juntos para observar episodios de embriaguez extrema.
“Necesitábamos ver a estos personajes estando en la zona”, recordó. “No es que estuvieran muy borrachos, pero había alcohol”.
En el set, sin embargo, todo el mundo estaba sobrio, aclaró Vinterberg. “Tenían que actuar, básicamente, y creo que lo hicieron bien”.
Por mucho que la producción de “Another Round” sea una historia de contrastes (tragedia y camaradería, humor y filosofía) los destinos de los profesores divergen cuando la tentación del alcohol se apodera de ellos en diversos grados.
Pero la película en sí “no quería moralizar” ni “hacer una publicidad de alcohol”, dijo Vinterberg. “De forma muy importante, no quería tener un mensaje”.